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Filosofía desde la trinchera

Sofistas y sócrates

 

 

 

 

SÓCRATES Y LOS SOFISTAS.

 

Características generales de los sofistas.

 

Con el pensamiento de los sofistas la Filosofía da un giro; al principio los filósofos se ocupan de la naturaleza, pero con el nacimiento del movimiento sofístico el pensamiento se centra en el hombre. Los sofistas lo estudian como ciudadano; es decir como animal político. Como habitante de la POLIS. Grecia estaba constituida por una serie de Polis (ciudades estados) que eran independientes entre sí. Entre las que más destacaron se encuentran Esparta y Atenas.

 

Atenas en el s. V a d. C. tiene como forma de gobierno la democracia. Por primera vez los ciudadanos pueden votar según ellos crean conveniente. Las decisiones políticas y de gobierno se discuten entre los ciudadanos en el ágora.

 

Los sofistas, nombre que se otorgaban ellos mismos (sabios) se dedicaban a enseñar a los ciudadanos en general el arte de hablar y de discutir en público. Por primera vez nos encontramos ante un modelo de educación distinto al mítico religioso. Los sofistas son maestros de virtud y cultura; son profesionales de la enseñanza y la cultura. los sofistas ofrecen saber a cambio de dinero. Su objetivo y promesa es que el que aprende sus enseñanzas podrá alcanzar éxito en la vida pública de la Polis. En definitiva esta es la única vida que entiende el ciudadano. Recordemos que el griego es un hombre absolutamente identificado con su Polis. Su ser es su ser social. Así pues el arte fundamental de su enseñanza es el de la retórica. El arte de convencer. El objetivo del sofista ya no es la verdad; más bien la utilidad de determinadas técnicas y conocimientos. Esta es la garantía precisamente de la democracia: no hay verdades absolutas. Todo es relativo. la verdad, en consecuencia, dependerá de cada pueblo y de cada circunstancias. Y esto es lo que hace posible la convivencia ciudadana de una formas democrática. Así surge el valor de la TOLERANCIA. Este es el gran mérito de la sofística. Pero también degeneró en graves perversiones sociales. Estas, quizás, a mi modo de ver son consecuencias de la democracia. Es necesario atender -como veremos más adelante- a las críticas platónicas a la democracia como el gobierno de los ignorantes...

 

De ahí que los sofistas no hayan enseñado grandes teorías;  sino métodos de discusión. Está naciendo la DIALÉCTICA; cuya culminación la tendremos en PLATÓN.

 

los sofistas inventan fundamentalmente dos formas de discurso que son: la retórica y la Erística. La primera es el arte de convencer a alguien de algo independientemente de su verdad. mientras que la erística es más bien un juego lógico por el cual podemos convencer de la verdad o conveniencia de algo y a su vez de lo contrario. De lo que se desprende que los sofistas lo único que tenían como absoluto es el poder del discurso: El lenguaje. Lo que necesitamos es saber hablar: poder entender y poder expresarnos. Después "todo vale" y todo se puede interpretar bajo el poder omnipresente del lenguaje.

 


El movimiento sofístico alcanza su mayor difusión en Atenas. Esto no es de extrañar puesto que fue en este lugar dónde la democracia alcanza su máximo apogeo. Vamos a ver como ilustración  a dos consagrados sofistas; grandes maestros y discutidores.

 

 

PROTÁGORAS DE ABDERA.

 

Es uno de los sofistas llamados mayores. Es conocido por algunas de sus obras y por los diálogos de Platón. Fundamentalmente sus obras son discursos políticos y ante los tribunales. Su obra filosófica más importante es "sobre la verdad." En esta obra nos encontramos por primera vez el relativismo epistemológico que se le puede considerar como la base del relativismo cultural. La tesis que se defiende es que en materia de conocimiento no es posible alcanzar la verdad absoluta y definitiva. Toda verdad depende de cada sujeto. Cada cuál tiene su propia verdad.

 

lo que mantiene Protágoras es que el conocimiento es particular para cada persona; y que por lo demás se reduce al conocimiento sensible. El conocimiento ya no va a estar del lado de la realidad, como pretendían las escuelas anteriores; sino que se agota en la mera percepción sensible. No puede existir conocimiento absoluto porque el conocimiento sensible está continuamente cambiando. De ahí la célebre frase de Protágoras: "Tal y como aparecen las cosa para mi, así son. Tal y como aparecen para ti, así son; pues hombre eres tu y hombre soy yo."

 

Protágoras concibe la realidad como un eterno fluir, cambio continuo de todo; esto implicará que no será posible un conocimiento absoluto y sin cambios. Todo nuestro conocimiento, si se reduce a la sensación será verdadero. De tal forma -y esto es lo importante- que si todo es verdadero, todo se podrá defender. Y cuál será entonces el criterio de la verdad. Pues el de la utilidad y el éxito

 

Dice Protágoras: "El hombre es la medida de todas las cosas." Esto  quiere decirnos que tanto el mundo natural como el humano están sujetos a la medida del hombre. El hombre: el ciudadano es el absoluto, o bien, el patrón de la medida de lo verdadero o lo falso. De esto se desprenderá que no existe ninguna cultura verdadera. O dicho en otros términos más acertados; que no existe una cultura o pueblo mejor que otro. Gran logro del relativismo cultural de los sofistas. Es la tesis contraria al Etnocentrismo.

 

Protágoras considera que cada cultura posee sus propias costumbres y leyes; y que cada miembro de esta sociedad considera que su cultura, leyes, costumbres son las mejores y más verdaderas. Hay muchos ejemplos de esto. Así dice Protágoras:

 

"Si uniésemos todas las leyes y costumbres de todas la culturas y pueblos, y dejásemos a alguien que eligiese las que él considerase las mejores. Veríamos como siempre elegiría las suyas como las mejores."

 

En definitiva, que como todo es verdadero todo se puede defender; si hay algo absoluto con primacía sobre lo demás es el discurso. La virtud, la bondad y la verdad absolutas no existen. Por tanto hay que enseñar a hablar y a pensar. A defender las propias ideas. La virtud es la del estado. Unificación individuo estado. La virtud es pública y depende del exito en la vida.


 

GORGIAS DE LINTINI

 

Por el contrario, este otro sofista mayor nos dice que todo es falso. Afirmación absolutamente equivalente a esa otra de su compañero Protágoras. En lo que se ha considerado un ejercicio de retórica nos propones tres tesis que nos demuestran en definitiva el poder del lenguaje.

 

1. Nada existe.

2. Si algo existe no ,puede ser conocido.

3. Si puede ser conocido no puede ser comunicado.

 

La demostración de estas tesis nos pretenden mostrar el poder de la Retórica. El sentido común nos hace rechazarlas; pero la solidez de los argumentos nos hace dudar y nos envuelve en un sopor que será precisamente el poder de la palabra. Nos quedamos encantados o embaucados. Podemos entrever ya aquí el embrujamiento de la Filosofía del que hablaba WITTGENSTEIN.

 

 

HIPPIAS

 

No es tan radical como los anteriores. Pero es importante la distinción -que será de gran trascendencia en el curso de la historia- que hace sobre la ley. Hay dos clases de leyes: La primera es la ley de la naturaleza que es necesaria y que por tanto no está sujeta a cambios porque es objetiva y verdadera. Y, por otro lado, las leyes humanas y sociales que son inventadas por el hombre y, por ello, convencionales. La retórica sería válida sólo en el nivel de las leyes humanas.

 

 

 

 

 

SÓCRATES.

 

 


"Aunque parece que, en principio, se le podría considerar como un sofista más ‑como hace Aristófanes‑, la Apología de Sócrates, de Platón, le presenta con rasgo excesivamente divergentes. No escribe libros, renuncia a la oratoria, no cobra a su discípulos. Y no presume de sabiduría. Cierto es que un amigo suyo fue a Delfos preguntar a la pitonisa si había algún hombre más sabio que Sócrates, y que la pitonisa contestó que no. Pero Sócrates interpretó el oráculo de la siguiente manera: sólo I divinidad es sabia, para nada vale la sabiduría humana, y el que como él, Sócrates sabe que ~~no sabe nada~~, está más cerca de la sabiduría que los que ‑como lo snfi~t~s‑ creen aue lo saben todo. Sócrates es, pues, un hombre que busca la verdad; y a ello se siente impulsado por la voz de un espíritu (daimon) interior. Así, dedica toda su actividad a ~~examinarse a sí mismo y a los demás~~ acerca del bien del alma, la justicia y la virtud en general, pensando que ~~la vida sin tal género de examen no merece la pena de ser vivida~~, Figura inquietante e incómoda, se compara a sí mismo con un tábano que aguijonea a los demás para que no se duerman y presten atención a la virtud."

 

 

 

Nace en torno al 470 a. d C. Pasa por ser el modelo filosófico por antonomasia; o la personalidad filosófica máxima. Se educa en la Atenas de los sofistas y es el filósofo urbano por excelencia. Nunca sale de la ciudad, salvo en dos ocasiones para ir a la guerra y defender su ciudad (deber del ciudadano: veremos que esto es esencial en la comprensión de la personalidad filosófica de Sócrates)) y en otra forzado por sus discípulos para discutir  el tema de la belleza en contacto con la naturaleza. Sócrates estaba convencido de que todo lo que tenía que aprender estaba dentro de los muros de la ciudad de Atenas[1]. El conocimiento estaba en los demás  y en uno mismo.

 

Otra curiosidad biográfica que alimenta el problema socrático es que no pertenecía a ninguna familia de nobles. Es decir, no podría dedicarse a la filosofía; para esto se debía estar desocupado. la ciencia y el arte surgen del ocio. Es hijo de una comadrona y de un pintor. Sócrates se dedicó a vivir en la Polis y su preocupación básica fue la vida en la ciudad. Y su preocupación fue  la posibilidad de la armonía hombre-estado. En el ágora se dedicaba a discutir con todo el mundo, fundamentalmente con los sofistas a los que pretendía desenmascarar.

 

Era un ciudadano  curioso pero que siempre mostró un perfecto autocontrol. El conocimiento socrático lo tenemos por varias fuentes:

 

1. Por las crónicas de aquella época.                                                                         Fundamentalmente por el juicio del 399 a d C.

2. Por la obra cómica de Jenófanes en la que se ridiculiza la figura de Sócrates.

3. Por la obra de Platón, su discípulo directo. Esta es la fuente más fidedigna.

4. Por los escritos de Lógica de Aristóteles.

 

La vida de Sócrates es, filosóficamente hablando, un problema. Su enseñanza es su misma vida. No escribió nada por varias razones:

 

. En primer lugar afirma que no sabe nada, en consecuencia no tiene nada de qué escribir.


. Concibe el pensamiento como algo dinámico. La escritura es la muerte del pensamiento. Quizás esto también tenga una lectura sofista.

 

Sócrates aparece como el sabio, pero era el único entre los sofistas[2] que no se autoproclamaba sabio. Por el contrario, estaba dispuesto a aprender de los sofistas. La idea de sabiduría en aquella época (Grecia clásica) iba unida a la belleza. Sin embargo, Sócrates era feo, con aspecto de Sileno -por lo tanto inferior al griego- Pero, a pesar de todo ello tenía una personalidad fuertemente atractiva; lo que corrobora las simpatías de la juventud griega.

 

Siempre cumplió con las leyes de la ciudad mostrando gran entereza. Intentó siempre hacer ver que la vida del hombre sólo es posible en la ciudad; por ello ha de cumplir sus leyes, para perpetuar la comunidad. El sentido del hombre griego es el de su comunidad. Pero he aquí la tragedia de Sócrates, y podríamos decir que del hombre. Esa unión y armonía entre hombre-sociedad se hace imposible; es más, en Sócrates se rompe.[3] La vida de Sócrates es esta tragedia.

 

las obras de Platón son diálogos en los que Sócrates es el protagonista. Dentro de estas obras las primeras son los llamados los escritos socrático en los que podemos rastrear la personalidad filosófica de Sócrates. En estas obras aparecen las discusiones de Sócrates con los sofistas, que versaban sobre la virtud (areté) y el deber del ciudadano. La muerte de Sócrates será la culminación de su obra. Es la consecuencia trágica de su vida.

 

La ironía socrática.

 

Cicerón nos habla de que la labor de Sócrates fue traer la filosofía del cielo a la tierra. Es una tarea casi religiosa o divina. Es una vida entregada única y exclusivamente a la filosofía.

 

En una ocasión unos discípulos suyos preguntaron al oráculo del templo de Delfos[4] que quién era el hombre más sabio de Grecia. A lo que respondió que era Sócrates. Al enterarse de esta noticia quedo absolutamente perplejo. No entendía tal oráculo. Su única certeza era que no sabía nada. Sólo sé que nada sé. ¿Cómo es esto posible si los sofistas se autoproclaman sabios? Habría que comprobarlo. Empieza a discutir y escuchar a los sofistas, pero llega a la conclusión de que no saben nada. De que sus discursos son vacíos, de que sus enseñanzas son incluso peligrosas para la ciudad. Pero su ignorancia llega a hacerles pensar que saben cuando en realidad no es así. de ahí que Sócrates sea el hombre más sabio de Grecia puesto que era el único que reconoce su ignorancia.

 


Los diálogos socrático de Platón acaban sin darnos una respuesta definitiva. Sócrates no nos ofrece ninguna solución a sus preguntas; no las sabe; los sofistas, por su parte, se dan cuenta también de su ignorancia. Lo único que había hecho Sócrates durante su vida era estudiarse a sí mismo; de aquí sale la conclusión de la propia ignorancia. Esta es la sabiduría: conócete a ti mismo-. Y esta es la única posible disposición para aprender.

 

Sócrates no está de acuerdo con los sofistas en lo concerniente a la relatividad del bien y de las normas que rigen la justicia de una comunidad. Por el contrario, piensa que tal opinión es perjudicial para la comunidad y da lugar a la degeneración de ésta y del ciudadano. Por su parte considera que el bien la justicia y la verdad no pueden estar sujetos a la arbitrariedad del discurso. Observanos que existe en el mundo griego -hasta el momento- una identificación entre ética y política. La vida pública es la vida privada. No hay escisión entre individuo y ciudadano. El primero es el segundo; no hay distinción. Y esto es lo que considera Sócrates que está en peligro.

 

la ironía de Sócrates se encuentra, precisamente, en esa discusión con los sofistas en las que se presentas como ignorante para después desarmar fácilmente, y no exento de gracia- a sus rivales. Este arma le creó muchos enemigos entre los poderosos de Atenas.

 

 

La mayeútica.

 

Es el instrumento intelectual que utiliza Sócrates para discutir con los sofistas. Irónicamente afirma que ha heredado la profesión de su madre (partera) ayuda a dar a luz los pensamientos de los demás; pero él es absolutamente estéril. Su arte consiste en ir haciendo una serie sucesiva de preguntas que llevan a su interlocutor a dudar de sus propios pensamientos terminando en afirmaciones contradictorias; para admitir al final, a duras penas, que no saben nada. En este momento están absolutamente a merced de Sócrates.[5]

 

LAQuEs.‑Pregúntale, pues, tú mismo, Sócrates.

Sócrates.‑Esta es realmente mi intención, querido Laques; pero no esperes con ello apartarte de nosotros; presta atención y toma parte en el examen.

Laques.‑Sea, puesto que tú lo exiges. Sócrates.‑Sí, lo exijo. Tú, Nicias, toma las cosas desde más arriba; tú recuerdas que, al comienzo, hemos abordado el estudio del valor, considerándolo como una de las partes de la virtud.

N IciAs.‑Enteramente. Sócrates.‑Así, pues, en tus respuestas, tú no perdías de vista que se trataba solamente de una parte, entre muchas otras, de un todo que se llama la virtud.

Nicias.‑~Cómo no? En efecto. SÓCRATES.‑~Estás de acuerdo conmigo en

lo que voy a decirte? Para mí, además del valor, este término designa también la prudencia y sabiduría, la justicia y lo demás. ~,Estamos conformes ?


Nicias.‑Enteramente. Sócrates.‑Está comprendido esto; estamos, en efecto, de acuerdo en ello. Ahora bien : acerca de lo temible y su contrario, hagamos de forma que no tengas tú una opinión y nosotros otra. Voy a exponerte nuestra opinión; tú nos dirás si la aceptas. Nosotros llamamos temibles las cosas que inspiran temor; confortantes, las que no lo inspiran. Pues bien: lo que inspira temor no es ni el mal pasado ni el mal presente, es el mal futuro supuesto que el temor es una espera del mal futuro. ~No es esta tu opinión también Laques ? PLATÓN: Laques o del valor. Obras Completas. Aguilar

 

 

 

El intelectualismo socrático.

 

Sócrates considera que ciencia y virtud están íntimamente unidas; es más se identifican. Por su parte los sofista eran de la opinión opuesta. La bondad no tenía nada que ver con la sabiduría. Esto es así porque el conocimiento y la virtud son relativos. Para Sócrates conocimiento y virtud son una misma cosa. Conocer es conocer el bien, y el que conoce el bien obra siempre según el bien. Esto es así porque tiene que existir un bien absoluto y objetivo válido para todo el mundo. El bien y el conocimiento no pueden estar sujetos a convenciones y utilitarismo. Y a esta postura es a la que se le llama INTELECTUALISMO MORAL. El que obra según el mal no lo hace a sabiendas; sino, por el contrario, por ignorancia del bien.

 

Los sofistas defendían en general la postura HEDONISTA: La felicidad se encuentra en el disfrute del placer que nos proporcionan los sentidos. La postura opuesta es la mística que niega absolutamente el valor de los sentidos. La vida es una ascesis en la que paulatinamente vamos negando los sentidos. Hay que renunciar absolutamente al placer sensible. Sócrates manifiesta una postura intermedia entre el hedonismo y la mística. No podemos renunciar a lo sensible porque esa es nuestra naturaleza, pero tampoco debemos arrastrarnos por los sentidos porque perdemos el control de ellos. Lo que se propone es un cálculo racional de los placeres. El dominio intelectual de lo sensible.

 

 

La religión de Sócrates.

 

La filosofía es su religión. La vida filosófica es una consagración a la búsqueda de la verdad, en consecuencia es una actitud filosófica. Porque la religión es estar unido a algo y es el sentido de nuestra existencia, es la búsqueda de ese fundamento. religión es vocación; esto es, vivir para y por algo. La filosofía es su religión.

 

La religión que había en Atenas es politeísta y Sócrates respeta ese culto religioso, puesto que es lo que da sentido a la vida de la comunidad. Pero en el fondo, igual que otros pensadores tenía un sentimiento más profundo con respecto a la divinidad. Todos los demás dioses del Olimpo no son más que expresiones de la divinidad y tienen su utilidad para el pueblo.

 

 

 

 


La inducción y el concepto.

 

Dice Aristóteles que a Sócrates le debemos la invención de dos técnicas de discurso racional que son la inducción y el concepto. Expliquemoslos:

. Se parte de un conjunto limitado de hechos morales en el caso de Sócrates y a partir de ahí -por generalización inductiva- sacamos el concepto general que agrupa y sintetiza los casos particulares. En consecuencia será válido para casos posteriores.

 

Sócrates busca el concepto general porque piensa que el bien, la belleza, etc... son objetivos y, por tanto, tiene que existir una definición unívoca para ellos. Está convencido de que si nos dejamos llevar de los sofistas estamos abocados a la máxima degeneración y a la disolución de la unidad individuo-comunidad.

 

Si conseguimos definir en nuestros diálogos estos conceptos generales entonces anulamos el relativismo de los sofistas. Quien culminará este proceso iniciado por Sócrates es su discípulo directo Platón que lo expresa con todo detalle en la teoría de las ideas. Pero, por otra parte, también será la muerte de la democracia. El surgimiento de una de las teorías absolutistas más consolidadas de la historia del pensamiento.[6]

 

 

Muerte de Sócrates.

 

 

La acusación ante el tribunal de los quinientos fue la siguiente; ~~Meleto, hijo de Meleto, del demo de Mitthos, contra Sócrates, hijo de Sofronisco, del demo alopecense, Se acusa a Sócrates por no honrar a los dioses que honra la ciudad y por introducir dioses (demonios) extraños; y también por corromper a la juventud. Pena de muerte~,, Probablemente, estas acusaciones no constituían el verdadero motivo del juicio. Los acusadores esperaban que Sócrates se exiliara voluntariamente antes del proceso pero no fue así; tampoco pidió conmutación de la pena. Condenado a beber la cicuta, rehusó la huida que le habían preparado sus amigos y discípulos, y pasó sus últimas horas discutiendo con ellos acerca de la inmortalidad del alma y las ventajas de morir (cfr. el diálogo platónico Fedón). i,Por qué fue, pues, condenado? En Atenas se acababa de restaurar la democracia, y la ciudad vivía todavía el tremendo trauma de la guerra del Peloponeso (431‑404), las luchas de la oligarquía por hacerse con el poder, y, sobre todo, el breve y terrorífico gobierno de los Treinta Tiranos (404‑403). EL proceso de Sócrates ‑que no simpatizaba demasiado con la democracia y que había sido el maestro de Alcibíades y de Critias, el más violento de los oligarcas‑ se explica bastante bien en este contexto."

 

 


Fue acusado por tres ciudadanos atenienses: Anitos, licon, Melitos de IMPIEDAD Y CORRUPCIÓN DE LA juventud. esta acusación era muy grave. Se sospecha que estos tres ciudadanos pretendían vengarse. Más que nada en principio se podría interpretar como un escarmiento a Sócrates, a su orgullo y petulancia. En definitiva a su carácter molesto para la ciudad. Se le ofrece un sofista para defenderlo pero Sócrates lo rechaza. No acepta una defensa puesto que él no tiene nada de qué defenderse. Por otra parte por él mismo se basta. Así pues decide defenderse, pero su defensa es autoalabarse. Afirma que su vida ha sido un continuo servicio a las leyes de la ciudad. Después de su autodefensa sale culpable pero por pocos votos permitiéndosele el castigo que el deseé. Pero Sócrates, una vez más, desafía la paciencia de los ateniense y decide que lo lleven al Pireo. lugar reservado para los heroes de Atenas. En este caso se organiza un segunda ronda de votaciones de la que sale culpable por mayoría absoluta la condena a muerte.

 

Curiosamente unas festividades impiden que se celebre la ejecución inmediatamente después del juicio como era costumbre entre los ateniense; con lo cual Sócrates pudo disfrutar de algunos días más en compañía de sus discípulos. Durante este tiempo se le ofrece la posibilidad de escapar de la cárcel, pero Sócrates la rechaza enérgicamente. No puede permitirse tal violación de las leyes de su ciudad; él que siempre había sido tan celoso de éstas. ¿Cuál sería entonces su enseñanza si optase por la huida?. Decide permanecer en la cárcel y muerte tomando la cicuta; haciendo un alarde de serenidad y dominio de sí mismo.[7]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


ALGUNA SELECCIÓN DE TEXTOS:

 

 

Sobre el relativismo en los sofistas:

 

"Para los etíopes, los dioses son chatos y negros; para los tracios, rubios y de ojos azules." fragmentos 16

 

 

"Tras su coronación, DARIO se dirigió a los griegos que estaban presentes y les preguntó por cuánto dinero aceptarían comerse los cadáveres de sus padres. Ellos respondieron que no lo harían por nada del mundo. A continuación, DARIO llamó a unos indios llamados calatios que se comen a sus muertos... y les preguntó por cuánto dinero aceptarían quemar los cadáveres de sus padres. Estos, a gritos, le dijeron que no dijera cosas impías. Son costumbres establecidas y creo que PÍNDARO acertaba al decir que la costumbre (nomos) reina sobre todos."  HERODOTO.

 

 

"...LAS COSAS SON PARA MI TAL Y COMO ME APARECEN A MI Y SON PARA TI TAL Y COMO TE APARECEN A TI, PUESTO QUE ERES HOMBRE TU Y HOMBRE YO."

"Aquellas cosas que parecen justas y honorables a cada ciudad son justas y honorables para ella mientras que piense que lo son."

Quien afirma que todas las apariencias son verdaderas hace relativas todas las cosas."

 

PROTÁGORAS.

 

 

"El poder de las palabras (logos) respecto de la disposición del alma es el mismo proporcionalmente que el de la disposición de los átomos respecto de la naturaleza de los cuerpos."

"La palabra tiene un enorme poder. A pesar de que su cuerpo es diminuto e invisible, lleva a cabo las más divinas empresas: es capaz, en efecto, de apaciguar el miedo y de eliminar el dolor, de producir la alegría y de excitar la compasión."

 

GORGIAS.

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

Sobre la palabra y la educación:

 

"De igual modo, con la educación ha de procurarse el cambio del estado peor al mejor (es una comparación con respecto a la medicina). Ahora bien, mientras el médico produce el cambio mediante fármacos el sofista lo produce mediante discursos."

 

PLATÓN. Teeteto.

 

 

 

 

 

 

 

 

Sócrates y la relación individuo-ciudad.

 

 

"En su enfrentamiento con los sofistas el objetivo fundamental de SÓCRATES era recuperar el compromiso del ciudadano con la ciudad."

 

 

 

"Contéstanos, en principio, si decimos la verdad o no cuando afirmamos que tu has convenido vivir como ciudadano acatándonos a nosotros con los hechos y no sólo con la palabra.

¿Qué contestaremos a esto, CRITÓN, sino que efectivamente convenimos en ello.?."

 

PLATÓN: Critón o el deber del                                                        ciudadano.

 

 

Las definiciones universales y la inducción:

 

 

"Recuerda que no te he pedido que me muestres uno o dos de las muchas acciones que son piadosas; sino que me muestres la forma misma a que nos referimos, aquella en virtud de la cual todas las acciones piadosas son piadosas. ¿Acaso no has afirmado que las acciones impías son impías y las piadosas son piadosas en razón de una forma única?


-Si, lo recuerdo.

-Muéstrame, pues, cuál es esta forma para que, poniendo en ella la mirada y usándola como paradigma, pueda yo decir de todo lo que concuerda con ella -lo hayas hecho tu o cualquier otro- que es piadoso y de lo que no concuerda con ella que es impío."

 

PLATÓN.

 

 

 

 

 

El sentido de la muerte de SÓCRATES:

 

 

"En Sócrates vemos representada la tragedia del espíritu griego. Es el más noble de los hombres; es moralmente intachable; pero trajo a la conciencia el principio d un mundo suprasensible, un principio de libertad del pensamiento puro...y este principio de la interioridad, con su libertad de elección, significaba la destrucción del estado ateniense. El destino de SÓCRATES es, pues, el de la suprema tragedia. Su muerte puede aparecer como una suprema injusticia, puesto que había cumplido perfectamente con sus deberes para con la patria y había abierto a su pueblo un mundo interior. Más, por otro lado, también el pueblo ateniense tenía perfecta razón, al sentir la profunda conciencia de que esta interioridad debilitaba la autoridad de la ley del estado y minaba el estado ateniense. Por justificado que estuviera Sócrates, tan justificado estaba el pueblo ateniense con respecto a él. Pues el principio de Sócrates es un principio revolucionario para el pueblo griego. En este gran sentido condenó el pueblo ateniense a su enemigo y fue la muerte de Sócrates la suma justicia. Por alta que fuera la justicia de Sócrates, no menos alta fue la del pueblo ateniense condenando a muerte al destructor de su eticidad. Ambas partes tenían razón. Sócrates no murió, pues, inocente; esto no sería trágico sino simplemente conmovedor. Pero su destino es trágico en el verdadero sentido."

 

HEGEL.

 

 

 



[1]Sólo hay que aprender de los hombres. Y éste no considerado en abstracto; sino como ciudadano. Estamos en la etapa de la unión entre ciudadano y hombre o persona.

[2]Es un tema interesante saber si Sócrates era o no un sofista. Puedes planteartelo y buscar las diferencias y analogías.

[3]Ésta es una de las posibles interpretaciones de la muerte de Sócrates.

[4]Dedicado al dios APOLO que era el preferido de nuestro filósofo.

[5]Cualquiera de los diálogos platónicos, fundamentalmente los llamados socrático (que tratan el tema de la virtud) nos pueden servir como ejemplo de éste arte. Que, por supuesto queda muy lejos del simple discurso sofista. Se está inaugurando la dialéctica: la filosofía es diálogo. De ahí, también, que su discípulo más directo, según la tradición, Platón, escriba en forma de diálogos.

[6]Ya veremos el significado de todo esto en el pensamiento político de Platón.

[7]Para este conmovedor y edificante episodio sería muy interesante la lectura de los diálogos platónicos: "Fedón o de la inmortalidad del alma." Y, por su puesto: "Critón o del deber del ciudadano." En éste último se nos cuenta todo el proceso.

 

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