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Filosofía desde la trinchera

Arturo, creo que no desvirtúo la frase. A no ser que haya un sentido metafórico escondido y que se me escapa…Eso sí, me gusta tu propuesta popular, al mal tiempo buena cara, que en nada desmiente mi sentencia. No se debe disfrazar la indignación (indignarse frente al abuso contra la dignidad humana); ahora bien, eso no quiere decir que uno no tenga buena cara y buena voluntad. Y qué le vamos a hacer, el deber del filósofo es el de vigilar el pensamiento (empezando por el de uno mismo para hacerlo consciente y en ese paso hemos adelantado bastante en el conocimiento del pensamiento hegemónico) En ese sentido el filósofo es tábano, su picadura te despierta y te hace tomar conciencia. Fernando, llevas toda la razón, ¡cómo se nota tu sobresaliente en filosofía! A veces a uno no le gusta tomar conciencia y prefiere la comodidad. Es aquello de nuestra autoculpable minoría de edad. No somos capaces de pensar por nosotros mismos por pura pereza o comodidad. Hay otra interpretación del filósofo, o pensador, o intelectual (el pensamiento filosófico se puede ejercer desde cualquier ámbito) y es la comparación con la serpiente. Esta metáfora tiene mucho que ver con la muerte de Sócrates. La picadura del pensador puede envenenar al ciudadano y corromper a los jóvenes…por eso el pensador debe ser eliminado.  Una democracia sana debe fomentar el pensamiento y la crítica, una democracia pervertida (como acabó siendo la griega, y le está pasando a la nuestra) acaba con los pensadores. En nuestra sociedad no hay que matarlos, estamos en lo que llamo una forma de totalitarismo débil, sólo silenciarlos…y esa ha sido la misión del pensamiento único. Pero nunca esto es total ni definitivo como se puede ver…

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