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Filosofía desde la trinchera

Lo inefable, precisamente es que, auque conozcamos a la perfección el funcionamiento del cerebro, nuestras emociones y sentimientos seguirán siendo los mismos. Eso es lo que tiene la emergencia de cualidades nuevas, que no se reducen a lo anterior. Un ejemplo. Un artículo sobre actualización de la física relativista que leí ayer venía a decir que una de las consecuencias físicas de la teoría de Einstein es la eliminación del tiempo, o, más exactamente, que el tiempo pasa a ser algo secundario, en relación con la masa y la velocidad. Es decir, que el tiempo, al no ser esencial, es apariencia, una cualidad emergente, pero no del mundo físico, sino del de la vida. Conclusión, curiosa, es precisamente la consciencia la que crea el tiempo. Y, la consciencia es, precisamente, la separación del mundo físico, la identidad. Si nos identificásemos con todo lo real desaparecería el tiempo, es decir, sólo tiene realidad la eternidad del universo. Por qué crees sino que todos los misticismo lo que pretenden es la anulación del yo, como fuente del dolor y el sufrimiento. Estos últimos sólo se pueden dar en el tiempo. El nirvana budista es la eliminación del yo, por tanto, la eliminación de la consciencia que es lo mismo que la eliminación del tiempo. El tiempo es una forma de adaptación de nuestro organismo al medio. Gran parte de animales no lo tiene. Tampoco el niño pequeño. Nosotros introducimos esa creencia en la “inocente consciencia” infantil. Recuerda que la sabiduría bíblica decía. Hasta que no os hagáis como uno de estos no entraréis en el reino de los cielos. Y el reino de los cielos es el paraíso, la ausencia del tiempo.

Toma ya discurso filosófico…estoy afilando las armas para el inicio del curso… aunque me temo que estos no se enteran ni de papa, o, lo peor, que no les interesa nada.

 

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