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Filosofía desde la trinchera

Uno. La religión no es una neurosis colectiva, que diría Freud, sino un delirio colectivo, necesario, pero delirio.

Dos. Los milagros son un símbolo y hay que hacer una lectura gnóstica de los evangelios, así como de la persona de Jesús. Por eso los milagros no son sucesos sino formas de hablar al pueblo llano.

Tres. El paralelismo entre humanitarismo y milagro es forzado. Cuántos ciegos, cojos, contrahechos, etc había, cuántos sufrían depresión y angustia, cuántos esquizofrenia. Sin embargo sólo unos pocos, sin motivo alguno son “salvados” de su mal. Además es una contradicción, porque según la teología cristiana no hay mal en el mundo puesto que dios es infinitamente bueno. El problema del mal en la teología, que es de lo que se encarga la teodicea, es el cáncer de la teología. Lo resuelven –los cristianos- desde la filosofía platónica. Para Platón el mundo verdadero es el de las ideas y todas ellas participan de la idea de Bien. El mundo sensible es imperfecto, contingente, temporal, cambiante…pero todo esto que podemos considerar un mal es sólo mal relativo, es decir, que el mundo sensible existe en tanto que participa del mundo de las ideas y, por tanto, del Bien. Por ello en Platón no puede haber mal, sino más o menos participación del bien, o privación de un bien. Y ésta es la solución de la teología cristiana. El mal no puede ser real u objetivo porque entonces dios no es el supremo bien, por tanto el mal es privación de un bien, como por ejemplo, la ceguera, privación del don divino de la vista. Además de que no existe el mal real, el bien es fruto de la voluntad de dios, si uno tiene buena vista es por la voluntad de dios, si no, es porque dios no lo ha querido y los designios de dios son inescrutables. El mal moral es también privación, si hacemos el mal es porque no hacemos el bien, sólo existe el bien que es la voluntad de dios que se expresa en sus mandamientos. El mal ha producido oleadas de ateos y, también, sumisión ante la voluntad incognoscible del creador.

Cuatro. El cristianismo es un sincretismo helenista que, por diversas causas, triunfó sobre otros sincretismos y, una vez que se hizo con el poder exterminó, literalmente, a las religiones llamadas paganas, de las que nunca se pudo deshacer y perviven en nuestro santoral aún, y las filosofías y ciencias griegas (Atenas y Alejandría.) el primer cisma que se produce en el cristianismo fue la lucha entre Pedro y Pablo (verdadero fundador del cristianismo) Pedro era partidario de revelar el mensaje a los judíos, al pueblo elegido. Pablo de Tarso, helenista y contagiado del concepto estoico de humanidad y razón universal (cosmopolitismo) pensó que el mensaje del nazareno iba dirigido a todos los hombres, es decir, a Roma, que era la totalidad del mundo. Triunfo Pablo, por eso hay cristianismo. Y si Constantino no hubiese abandonado el arrianismo seríamos todos arrianos. Las herejías se constituían en tanto que tales a toro pasado; es decir, si no triunfaban, generalmente por la fuerza.

Cinco. Me quedo con el mensaje ético: el sermón de la montaña y la parábola del buen samaritano que constituyeron un grano de arena en el progreso ético de la humanidad. Si tanto los ateos, como las demás religiones y el catolicismo partiesen de aquí habría un auténtico diálogo entre religiones y sería un bien para la humanidad. Pero las religiones del libro tienen en sí el germen del fanatismo, inevitable, por otra parte, al considerarse la verdad absoluta. Otro tanto ocurre con los ateos procedentes del cientificismo.

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