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Filosofía desde la trinchera

“Esta mañana, en la radio, tres locutores y una locutora se carcajeaban unánimemente de la gilipollez del aborigen australiano que había rechazado los 5.000 millones de dólares ofrecidos por una multinacional minera francesa a cambio de convertir las tierras de sus antepasados en una mina de uranio. Contesto, ”Este lugar es sagrado. No estoy interesado en las ofertas del hombre blanco. No me importa el dinero, ya tengo un trabajo, y en nuestras tierras puedo ir a pescar y a cazar…” Los insultos radiofónicos se amontonaban: qué imbécil, que iluso, qué desperdicio humano…

Lo más monstruoso de esta civilización monstruosa sucede cuando dejamos de apreciar su carácter monstruoso.

Estamos siendo sepultados bajo el peso de la información, que es confundida a menudo con el conocimiento; además se confunde la cantidad con la abundancia y la riqueza con la felicidad…

La gran propuesta existencial de esta vomitiva sociedad mediática: existir para los otros es aparecer en televisión (de manera más genérica, en las pantallas de la sociedad del espectáculo). Francamente, prefiero el viejo, lento y buen espulgamiento de los chimpancés.

Humanismo del ser humano inexistente. Trabajar por la dignidad humana es, también, una de las artes de lo imposible.” De Jorge Riechmann “Nuevos ensayos sobre poesía y el mundo” Ed. Gallo Negro.

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