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Filosofía desde la trinchera

Sí, efectivamente. Pero, para desear eso, hay que tener esperanza de que, algo, al menos, se pueda conseguir. Cualquier deseo se alimenta de la esperanza de conseguir lo deseado. Por muy pequeño o grande que sea lo deseado. Además, la naturaleza del deseo (el sentimiento, el afecto) es el mismo ya deseemos grandes cosas, como pequeñas, como meros vicios y maldades. Y debajo subyace la esperanza. La desesperación es la antesala de la muerte. Ya nos lo decía con la mayor claridad del mundo el amigo Cioran en su “En las cimas de la desesperación”

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