Blogia
Filosofía desde la trinchera

“Para los occidentales no hay nada tan venerable que no pueda ser criticado; no hay creencia, ya sea religiosa política o filosófica, que, tarde o temprano, no tenga que ajustar las cuentas ante el hombre intelectualmente aventurero.” p.268

 

            En la enseñanza, a los Prometeos y a los Ulises, se los reconoce enseguida porque están mucho más preocupados por salvar el mundo a partir de la escuela que por salvar la escuela del mundo y, por supuesto, eso de integrar a sus alumnos en el mundo real les parece excesivamente prosaico; si les interesa la realidad es para impugnarla globalmente, sin pactismos. Ellos sólo se comprometen con el ideal. Por eso les cuesta tanto alcanzar consensos. La escuela, y especialmente las facultades de educación son el reducto de lo políticamente correcto menos dispuesto a la autocrítica de toda nuestra sociedad.” p. 269

 

Gregorio Luri. “La escuela contra el mundo. El optimismo es posible”

 

                                   ***

 

            Eso de las ciencias para el mundo contemporáneo no es mas que ideología cientificista y, además, mal ejercida. En realidad el alumno no aprende nada de ciencia, ni falta que le hace, según piensa el poder. Pero se le transmiten valores absolutamente acríticos de las bondades de la ciencia y la tecnología. Y, esto, aunado, además, con la estructura neoliberal economicista de la organización del mundo que tenemos. Ésta es la ideología clara del PSOE, la izquierda realmente existente, la que tiene capacidad de gobierno, pero que asume el credo neoliberal. Por eso, la asignatura de ciencias para el mundo contemporáneo no es más que un poco más de ideología del gran hermano para mantener a las mentes ignorantes y sumisas. La asignatura es un enemigo de la filosofía, pero, es más, toda la ley es antifilosófica, como la acción política misma. La ley es pura ideología, convertida en religión, con su credo y sus dogmas. Un engendro más del neoliberalismo. Conste que no ataco al liberalismo filosófico, solo al credo economicista neoliberal. Antes había una asignatura muy digna, no voy a hablar aquí de sus orígenes, ni en qué ha quedado, se trataba de ciencia, tecnología y sociedad. Estaba asignada a los departamentos de filosofía y era una optativa de oferta obligatoria, con cuatro horas lectivas semanales. Una auténtica pasada. Era una asignatura crítica sobre el saber científico y la sociedad. De verdad una reflexión sobre la ciencia y el mundo contemporáneo. El problema que tuvo fue triple: el de la objetividad, en segundo lugar que gran parte del profesorado no estaba preparado y, por último, el poder le vio las orejas al lobo y la cambió por el engendro con el que nos encontramos ahora y otras cosas más. Los filósofos hemos sido también los enemigos de la filosofía.

0 comentarios