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Filosofía desde la trinchera

Historia de la ciencia. Revolución científica

LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA.

 

Renacimiento y nueva ciencia.

 

El renacimiento es un momento histórico de vital importancia para el surgimiento de la ciencia. El renacimiento significó una ruptura con la antigua cultura medieval y  una recuperación de lo antiguo. Así que se planteó por primera vez la distinción entre ciencia y religión. La ciencia había estado subordinada a la religión. La cultura se impartia en los monasterios y las iglesias, de tal forma que era imposible discordar. El  renaciomiento suposo la salida de la cultura de los monasterios. Fue un movimiento social, cultural y económico. Con el renacimiento surgen las primeras naciones y se conquista América. El hombre del renacimiento es de un caracter distinto al medieval. Es el humanista. Alguien que quiere saber; y que tiene como centro de su saber al hombre y no a dios y la religión. Se dan una serie de inventos tecnológicos que permiten el gran cambio social y científico. Tenemos el de la brújula que permitió al hombre viajar y orientarse, y también tenemos la imprenta que le hizo posible extender la cultura. Los libros ya no estaban en manos del clero sino que podían utilizarlos más gente. Fue el primer paso para la popularización de la cultura; que llevaría consigo la salida de la cultura y el saber de los  monasterios. Con el surgimiento de las nuevas naciones (España, Francia, Inglaterra, Alemania.) el clero ya no será el primer poder. Las naciones se enferentan incluso con el vaticano.

 

Pero el renacimiento se nos presenta como una vuelta a los origenes y esto tiene mucho que ver con la ciencia. Lo que se reclama por primera vez es la libertad de investigaciónn. Ya Occan en la alta edad media había disuelto el problema escolástico afirmando que sólo existe un tipo de conocimiento que es el de la experiencia. A partir de entonces en la ciencia se va a reclamar más que los autores y los libros la experiencia. El libro que hay que leer es el de la experiencia, si queremos hacer ciencia. Bacon marcará el nuevo rumbo que ha de seguir la ciencia. Para este autor hay que romper con los antiguos ídolos de la ciencia, que son fundamentalmente los de la autoridad. Aristóteles, por ser tal, no ha de tener la verdad. La verdad la tenemos que buscar a partir de la experiencia. El conocimiento de la naturaleza debe darnos poder sobre ella. Este es el objetivo del saber. Ya no será un mero saber contemplativo que tenga como fin la divinidad; sino el conocimiento de la naturaleza para, a partir de él, dominarla. El renacimiento como vuelta a los orígenes en lo que a la ciencia se refiere pretende recuperar los autores clásicos, tal y como eran, con todo su saber y metodología. Así surgirá la nueva ciencia a partir de todo lo que había sido olvidado o prohibido, por no estar de acuerdo con las escrituras, en la edad media. El hombre del renacimiento es un aventurero, tanto física como intelectualmente y por eso se aventura en todo el saber antirguo recuperando autores, que como Platón y Pitágoras, como veremos, son determinantes para el surgimiento de la nueva ciencia.

 


Así que tenemos, por un lado, Bacon que determina el carácter empírico de la ciencia y el surgimeinto del saber tecnológico. Saber como poder. Y, por otro, la filosofías de Platón y Pitágoras, que reclaman el carácter matemático de la ciencia. La ciencia medieval era, como ya hemos dicho, aristotélica.[1] Las filosofías de Platón y Pitágoras van a permitir el surgimeinto de la nueva ciencia.[2] Tenemos aquí claramente configuradas las dos líneas del surgimiento de la nueva ciencia. Y a esto hay que sumarle el hecho, como ya decíamos, de que la ciencia moderna no aparece en las universidades y monasterios; sino que se hace independientemente.

 

 

Tesis en torno a la historia de la ciencia.

 

Los historiadores de la ciencia suelen interpretar la historia de la ciencia desde dos perspectivas generales. Los continuistas y los discontirnuistas. Los priemras creen que la historia de la ciencia es una sucesión continua de teorias y de descubrimientos. Son los lamados positivistas. creen que la historia de la ciencia es la sucesión de errores hasta la actualidad que estariamos en posesión de las teorías verdaderas. Por su parte los discontinuistas creen que la ciencia procede por saltos. Existen discontinuidades. Y estos saltos se producen por revoluciones. El que introduce esta concepción revolucionaria de la ciencia es kuhn. Sus dos obras fundamentales son “la revolución copernicana” y “la estructura de las revoluciones científicas”. Considera que la ciencia opera bajo lo que él llama un paradigma que constituye una forma de ver el mundo y una forma de hacer ciencia y de enfrentarse a los problemas. Lo que cambia cuando se produce una revolución científica es el paradigma. Cambia totalmente la forma de ver el mundo y los problemas que se  plantean así como la forma de resolverlos. Para él el surgimiento de la nueva ciencia es un cambio de paradigma que se inició con Copérnico y siguió con Galileo, kepler y Newton. Un paradigma se agota cuando surgen una serie de problemas dentro de él que no tienen solución, en tal caso se plantea una anomalia. Y ésta sólo se soluciona cuando se cambia de paradigma.

 


Nosotros vamos a optar por un camino intermedio que es la filosofía popperiana. Lo que Popper dice es que en ciencia lo que tenemos son hipótesis y conjeturas que resuleven una serie de problemas. Pero que estos, a su vez, producen problemas nuevos para los que necesitamos hipótesis o conjeturas nuevas que serán las nuevas teorías. Así avanza la ciencia[3] No podemos mantener que haya una revolución total porque entonces caeríamos en el irracionalismo de la ciencia, que consite en que los paradigmas no se pueden comparar porque son dos visiones del mundo distintas. Lo que se pretende es que las teorías se puedan comparar entre sí y ver qué problemas resuleven cada una de ellas.

 

 

COPÉRNICO.

 

Podemos decir que es el que inició la revolución científica del XVII. A su posición se le ha llamado revolución copernicana. Mantuvo que la tierra estaba en el centro. Pero nunca lo publicó, por miedo a las represalias de la inquisición. Aunque mantenia la tesis realista.[4] La publicación de su obra apareció en el último momento de su vida e iba precedida de un prólogo de OSSIANDER en el que se mantenía que el contenido de la obra era sólo una “hipótesis matemática”. Con ello se pretendía no meterse con la Iglesia. Pero ésta no era la postura de Copérnico; éste estaba convencido de la verdad de la hipótesis heliocéntrica. Consideraba que la naturaleza se comportaba de la forma más simple y pensaba que el modelo heliocéntrico era matemáticamente más simple que el geocéntrico; por ello, tenía que ser verdadero. Esto no es de el todo cierto porque en la obra de Copérnico la dificultad entre el modelo geocéntrico y el heliocéntrico es prácticamente la misma. Pero ya estaba puesta la semilla del heliocentrismo., además, por primera vez contábamos con un modelo matemático de éste. Rercordemos que uno de los problemas de Aristarcos es que no había desarrollado un sistema matemático. Pero Copérnico seguía utilizando las excentricas, los epiciclos y los ecuantes debido a que seguía considerando que la órbita de los planetas era circular. El siguiente paso lo daría Kepler.

 

 

GALILEO GALILEI.

 

Nos encontramos con el caso más paradigmático del enfrentamiento entre la Iglesia y la ciencia. La cuestión aquí es que la aportación más importante que hace a la ciencia Galileo es la de la física, no la de la astronomía; en cambio fue juzgado por su posición con respecto al sistema del mundo que defendía el heliocentrismo. La aportación de Galileo a la ciencia hay que verla en los sigueintes puntos. En primer lugar la aportación que hace a la astronomía por medio de sus observaciones con el telescopio. En segundo lugar su contribución al surgimiento de la nueva ciencia. En tercer lugar el método de Galileo. Después la polémica con la Iglesia empecemos por el principio.


 

La contribución a la astronomía a partir de las observaciones con el telescopio.

 

Galileo fue el introductor del telescopio en la astronomía. No fue el que lo inventó; pero si lo perfeccionó y lo aplicó a la observación de los cuerpos celestes. Esto hizo posible una revolución en la astronomía y sentó las bases de la defensa del heliocentrismo. Aunque, como ya veremos, las observaciones de Galileo son muy discutibles. La cuestión es que la observación está influida por la teoría. En definitiva que vemos lo que queremos ver. Pero antes de esto vamos a analizar una por una estas observaciones.

 

1. Si cojemos el telescopio y apuntamos hacia Venus vemos que este planeta presenta fases igual que la luna;  lo cual nos hace pensar que se trata de un planeta inferior que está entre la tierra y el sol y a veces permanece oculto. Ésta se presentó como una de las purebas más conmcluyentes a favor de la tesis heliocéntrica.

2. Si cojemos el telescopio y miramos a la luna vemos que está formada por montañas y valles, así como mares. Por tanto no se trata de un astro incorruptible como decía la filosofía aristotélica; sino que es como la tierra. Esta observación intenta desbancar la distinción entre el mundo sublunar y el supralunar de la filosofía aristotélica.

3. Si cojemos el telescopio y enfocamos hacia el sol podemos observar que tiene una serie de manchas, lo cual nos indica que no es una sustancia incorruptible. Estamos en el mismo caso que en la observaicón anterior.

4. Si cojemos el telscopio y apuntamos hacia Júpiter podemos observar que en torno a él hay cuatro puntos que giran en torno suyo. Son las “lunas” de Júpiter. Esto nos muestra que existen cuerpos que no giran en torno a la tierra que era lo que pensaba la filosofía aristotélica. Por tanto, el axioma del geocentrismo se pone en duda. No todos los cuerpos giran en torno a la tierra.

5. Si cojemos el telescopio y apuntamos hacia la vía láctea observamos que la nuvecilla es un conjunto de miles de estrellas. Por tanto, hay más cuerpos en el universo de los que realmente vemos. Era un principio de la filosofía aristotélica que no existían más cuerpos en el universo de los que podíamos observar.

6. Si enfocamos con el telescopio hacia las estrellas observamos que prácticamente no aumentan de tamaño. LO cual nos hace pensar que están demasiado lejos. Y esta observación nos puede servir para pensar que el paralaje estelar no se puede observar debido a la enorme distancia a la que se encuentran las estrellas. Porque si apuntamos hacia la luna o cualquiera de los planetas vemos que si aumentan de tamaño.

 


Estas observaciones no son definitivas; simplemente ponen en duda la antigua imagen del mundo; pero de ninguna manera demuestran que sea la tierra la que gira en torno al sol. Además las observaciones se pueden criticar. Los datos o las observaciones no son nunca puros. Los hechos los interpretamos siempre a la luz de unas determinadas teorías. Por ello, las observaciones de Galileo están determinadas por su creencia en que la tierra se mueve en torno al sol. Tenemos muchos ejemplos de este hecho de la teoría de la ciencia. Uno de ellos es el siguiete. Como sabemos para los medievales los cuerpos celestes son los que vemos y nada más. Pues bien, en torno a 1500 se produjo la observación de una supernova (explosión de una estrella) que no fue catalogado por los occidentales debido a la creencia de que no existen más cuerpos en el universo que los que hay. Se consideró como un fenómeno sublunar. No se veía nada en el cielo que fuese anormal. Sin embargo los chinos, que no estaban bajo la influencia de esta teoría si recogieron el hecho. La cuestión está clara. LO mismo sucedía con los cometas, se consideraban fenómenos sublunares. Nada podía perturbar los cielos.

 

En el caso de Galileo tenemos lo mismo. Con su telescopio no se podían observar montañas y valles en la luna; sin embargo él decía que sí los observaba. En realidad él interpretaba las anomalías como valles y montañas. Por ello, la iglesia tenía razón al no creerlo. La iglesia seguía la teoría aristotélica. Con respecto al telescopio se negaban a utilizarlo, porque la base de la observación en la astronomía aristotélica son los ojos; y nada más. Así que consideraban o bien que Galileo mentía; o bien, que el artefacto era un instrumento de brujería. En cualquier caso se negaban a mirar por el telscopio y a aceptar las pruebas que Galileo les presentaba.

 

 

La físca de Galileo.

 

Pero donde realmente hizo la revolución Galileo fue en la física; además, de pasada, aportaba una prueba teórica a favor de la posible movilidad de la tierra. Aunque nunca definitva. Su obra fundamental de astronomía es el “diálogo sobre los dos máximos sistemas: el ptolemaico y el copernicano.” y su obra fundamental sobre física es la “disertación sobre el nacimiento de na nueva ciencia.”

 

En la introducción a esta nueva obra dice que va a hablar de un problema muy viejo, el del movimiento, pero con un método totalmente nuevo: el de las matemáticas. Galileo es platónico y aristotélico así que considera que la naturaleza habla en lenguaje matemático, por eso tratará el problema del movimiento desde la matemática. Esto es una ruptura definitva con la física aristotélica que se negaba a aplicar las matemáticas al movimiento por prinicpio. Galileo hace su física a priori; es decir, de forma ideal y teórica; razona por medio de lo que se llaman experimentos mentales. Idealiza una situación y a partir de ella extrae conclusiones. Vamos a ver algunos de estos experimentso caractrerísiticos.

 


Imaginemos, dice Galileo, que estamos en lo alto de un puente y debajo hay un barco y dejamos caer una piedra al lado del mástil. ¿dónde caerá la piedra?. Pues al lado del mástil. Imaginemos ahora que el barco está en movimiento. La piedra caería más atrás. Pero imaginemos que nossotros estamos en el barco subidos en el mástil y el barco se mueve con un movimiento cosntante y dejamos caer la piedra. El aristotélico tendría que decir que la piedra caería más atrás del mástil; sin embargo, el sentido común y la experiencia nos muestran que la piedra cae al pié del mástil. Lo cual indica que la piedra tendría dos movimientos. Uno el de caida y otro el que lleva con el barco. Es decir, un movimiento absoluto y otro relativo. Absoluto es el de caida y relativo es el que lleva junto con el barco. Si nos damos cuenta este movimiento relativo no necesita de ninguna causa; en contra de lo que piensa la física aristotélica. Es lo que se va a llamar los sistemas inerciales de movimeintos. Este movimiento inercial es el que permite resolver el problema del lanzamiento de proyectiles; así como el movimiento de la tierra. Los pájaros y las nubes se mueven junto con la tierra porque están en el mismo sistema inercial del movimeintos. Es igual que cuando estamos en un coche y dejamos caer una bola; ésta no se queda atrás si no que cae a nuestros piés; siempre que el movimeinto del coche sea cosntante.

 

Si nos damos cuenta, lo que se está derrumbando es el edificio de la física aristotélica. La concepción del movimiento. Existen movimientos que no necesitan de una causa externa, como son los movimientos inerciales. Otros ejemplos  para aclarar esto aún más son los sigueintes.. Imaginemos un plano horizontal perfectamente pulido y una bola perfectamente pulida en la que no exista rozamiento. Si las dejamos en movimiento ¿se parará la bola? No, seguirá en movimiento siempre; y sin causa. Esto es el movimiento inercial. Lo mismo ocurre si imaginamos dos planos inclinados que coinciden en los vértices. Si dejamos caer la bola desde lo alto de uno la bola subirá hasta lo alto del otro y volverá a bajar teniendo un movimiento constante y eterno, siempre que no haya rozamiento.

 

Lo que se nos está diciendo con todo esto es que el movimiento no es un proceso como lo consideraba la física aristotélica sino un estado natural de un cuerpo. Así, Galileo ha cambiado la concepción del movimiento; y esto es lo que le va a permitir tratarlo matemáticamente. Los movimientos son estados naturales de los cuerpos. La diferencia entre estado y proceso es la diferencia en la concepción del movimiento de la nueva física y de la fisica de Aristóteles. El movimiento no es la misma cosa para unos y para otros sino algo totalmente distinto.

 

 

El método de Galileo.

 

Galileo hace posible el surgimiento de una nueva ciencia porque crea un nuevo método.  Su método es una verdadera síntesis entre la observación y la matemática; aunque, como veremos, tiene más importancia la parte teórica o matemática. En la obra de Galileo no aparece expuesto de forma sistemática su propuesta de un nuevo método, pero se puede entresacar de todas sus investigaciones. En primer lugar, Galileo da una importancia singular a las matemáticas. Vamos a tratar un viejo problema pero con un nuevo método que es el de las matemáticas. El problema, como sabemos, es el del movimiento. La matemática es el instrumento para conocer la naturaleza. El libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos; por tanto, el filósofo de la naturaleza, si quiere leer ese libro deberá aprender los caracteres matemáticos. Esto es el platonismo y el pitagorismo de Galileo. Ambos autores, como ya hemos dicho, pensaban que la naturaleza se explicaba por medio de las matemáticas.

 


Pero, como decíamos, Galileo da más importancia a las matemáticas, a lo teórico que a la experiencia. Podemos decir en ese sentido, con Koyrè, que la física aristotélica es a priori, absolutamente teórica. Ya hemos visto que su modo de proceder es a partir de los experiementos mentales que consisten en idealizaciones a las cuáles ha de adecuarse la naturaleza. Este es el caso que hemos analizado del prinicpio de inercia. Lo mismo ocurrirá con su estudio del movimiento en caída libre y el movimiento uniformemente acelerado. Lo que hace Galileo es proponer una idealización matemática de las situaciones que se dan en la naturaleza. Y, a partir de esa idealización matemática saca las consecuencias matemáticas, de forma deductiva, que se desprenden de la propuesta inicial. Tan sólo al final lo contrastará con la experiencia. Y, precisamente la ciencia física es posible porque se procede así, a priori. No podemos partir de la experiencia porque es demasiado compleja. Tenemos que cuantificar, que es lo que hacemos por medio de la matemáticas. Tenemos que proponer hipótesis matemáticas, a priori que expliquen los hechos. Por eso la ciencia aristotélica era cualitativa, mientras que la galileana será cuantitativa. Considera que el movimiento es cuantificable; mientras que aristóteles creía que el movimiento era una cualidad de los cuerpos. Aristótels era totalmente empirista. A partir de una experiencia sacaba una definición. Galileo es  teórico; propone una hipótesis teórica de la que deduce sus consecuencias matemáticas; después lo contrasta con la experiencoa. Por ello dice Koyrè que la buena física se hace a priori. Este es el comienzo de la ciencia moderna; pero a medida que vayamos avanzando se irá haciendo más teórica. Lo que hace el científico es proponer modelos teóricos-matemáticos para entender la naturaleza. Y de estos modelos sacará las consecuencias que permitan explicar los casos particulares. Por eso la ciencia es una actividad teórica y  racional fundamentalmente; estando la experiencia relegada a un segundo término. Y, por esto, el otro fundador de la ciencia moderna, Baçon, no tenía razón. Éste consideraba que la experiencia es lo pirmero y lo último. Ni siquiera en sus observaciones astronómicas Galileo es empirista, aunque quiera aparentarlo. Como ya hemos visto Galileo hace una serie de observaciones que pretenden que sean la prueba de la movilidad de la tierra; sin embargo estas observaciones sólo se pueden entender si admitimos la teoría, previamente de la movilidad de la tierra. No son experiencias definitivas. Además, el aristotélico, desde su teoría, se puede negar a mirar por el telescopio por muy diversas razones.

 

En definitva, el método de Galileo quedaría dividido en los siguientes pasos:

 

1. Suposición o conjetura. Se propone una hipótesis de explicación del fenómeno que se pretende explicar. Esta hipótesis es totalmente ideal.

2. Definición. Se intenta definir esa hipótesis de forma matemática. Es la única manera posible de tratarla y sacar consecuencias. Con el lenguaje matemático.

3.Resolución o experiementación. Se trata de comprobar por la expeirencia si nuestra hipótesis es válida o no lo es. Si no contradice la experiencia la aceptamos, si la contradice tenemos que empezar desde el principio.

 

Como vemos, la experiencia no es el primer paso pero si es crucial; es decisivo. Pero el modo de hacer la ciencia procede a partir de la teoría.

 

 

El conflicto con la iglesia.

 


Galileo es un caso paradigmático de conflicto entre la ciencia y la religión. Fue acusado por la inquisición de mantener una teoría herética. Pero las cosas son más complejas de lo que parecen. No era Galileo el que llevaba la razón y la iglesia estaba equivocada. En definitiva éste es un conflicto entre dos formas de ver la ciencia. La iglesia aceptaba la propuesta de Galileo, esta es la hipótesis del cardenal Bellarmino, que era como el fiscal, a título de hipótesis matemática. Es decir, que contemplaban la posición de Galileo como viable siempre y cuando no fuese más que una hipótesis matemática convencional, pero no real. Su posición frente a esta hipótesis era la instrumental. Ahora bien, la realidad era la que ponía en las escrituras porque éstas son la verdad, puesto que son reveladas por dios a los hombres. Es lo mismo que la astronomía ptolemaica. Se acepta como una hipótesis convencional del modelo del universo; pero no como la realidad. La realidad es un modelo perfectamente geocéntrico..

 

Por su parte Galileo se encuentra en otra posición frente a la ciencia. Es realista. Piensa que las teorías científicas describen la realidad tal y como ésta es. Por eso en su defensa propone la teoría del doble lenguaje. Existen dos lenguajes para hablar del mundo. El que habla las escrituras que tiene como objeto llegar a todo el mundo y va encaminado a la salvación del hombre y el de las ciencias naturales que está escrito en caracteres matemáticos. Éste es el que deben aprender los científicos si quieren comprender la verdad del universo. Estos dos lenguajes no son contradictorios entre sí sino que tienen objetos distintos. Uno el de conocer el mundo otro el de salvarnos. Pero por supuesto, esto para la iglesia no puede ser admitido. Para ella sólo hay una verdad que es la de las escrituras y la filosofía está subordinada a esta verdad. Por ello no puede llegarse a conclusiones contradicctorias entre uno y otro modo de entender el mundo. Como vemos la perspectiva de la iglesia es la teoría de la subordinación de la filosofía a la teologia. Una vez más el enfrentamiento es entre dos concepciones distintas de la ciencia. No era sólo el enfrentamiento entre el heliocentrismo y el geocentrismo; sino entre dos formas distintas de ver el mundo.

 

Este conflicto marcó un momento cumbre de la separación entre la ciencia y la religión. Los científicos siguieron el camino de Galileo, lo cual les llevaría a la larga, en el siglo XVIII al ateismo. Se llegó a negar incluso la teoría de los dos lenguajes de Galileo. Pero antes del ateismo pasarían por la teoría deista. Esto constituiría el ateismo científico materialista. Curiosamente, hoy en día, algunos pretenden recuperar la apertura de la ciencia a Dios. Pero, para mí en particular, el camino de separación entre la ciencia y la religión, que tiene uno de sus puntos álgidos en la figura de Galileo es un camino sin retorno.[5]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

JOHANES KEPLER.

 

La tarea de Kepler será la misma que la de Galileo pero en lugar de en la tierra en los cielos. Si Galileo fue el fundador de la cinemática terrestre, Kepler lo será de la celeste. La influencia fundamental de Kepler será la del pitagorismo. Considera que el universo es una armonía matemática. Y que esta armonía se expresa matemáticamente. Lo que intentó hacer durante toda su vida fue encontrar esta armonía del universo. Y esto le llevaría al descubrimiento de las tres leyes de Kepler. Otra de las influencias de Kepler es la teoría iluminista que le hizo pensar que el sol debería ser la causa del movimiento de los cuerpos celestes. Ésto le llevó al error. La causa del movimiento celeste la descubriría Newton y no es el sol; sino la gravedad que emana de todos los cuerpos del universo. Por otro lado Kepler fue el que separó la astrología de la astronomía. La última es el estudio científico matemático del universo; mientras que la primera es la creencia en las influencias de los planetas y demás cuerpos celestes sobre los hombres. La astronomía se puede verificar, la astrología no.

 

Lo que llevó a kepler a su descubrimiento de las leyes del movimiento de los palnetas fue una teoría errónea. Es la famosa teoría de los cinco sólidos de Pitágoras. Ëste filósofo y matemático griego pensaba que el universo era matemático y la estructura del mismo, al ser perfecto, era la de lso cinco saólidos perfectos. Así que la estructura del universo debería ser la de estos cinco sólidos. Kepler se propuso durante toda su vida cuadrar las observaciones con la teoría de los cinco sólidos; pero esto nunca fue posible. Simplemente la teoría de los cinco sólidos era errónea. Además en el universo, como se descubriría después, existen más de cinco planetas que eran los cinco sólidos de kepler. Pero esta búsqueda de la armonía matemática es la que le lleva a la formulación de las leyes del movimiento de los cuerpos celestes. Lo que hizo kepler con estas tres leyes fue unificar el sistema del mundo; dió una idea del universo como un sistema matemático armónico donde existe una relación estrecha entre todos los cuerpos. Por otro lado hizo una fusión entre los datos de la experiencia con los que contaba Tycho Brahe y su teoría geométrica del universo. Para Kepler dios era el gran geómetra y habría creado el universo geométricamente. La geometría era fundamental, incluso era anterir a dios. Éste tuvo que basarse en ella para crear el universo.

 


Como decíamos Brahe poseía la información experimental y Kepler la teoría matemática. La astronomía se tambaleó entre estos dos titanes. Ninguno de los dos por separado podría construir el sistema del mundo, se necesitan mutuamente. Kepler tenía que partir de las observaciones de Brahe que eran las más ajustadas en toda Europa. Por su parte Brahe había observado una desviación de mercurio en el perihelio de su órbita. Ësta es la observación (desviación en 8´de la órbita) la que le permite a Kepler formular su primera ley. Para explicar esta desviación propuso distintos modelos de órbitas hasta que dió con la elipse y todo cuadró. Así formuló que las órbitas de todos los planetas eran elípticas estando el sol situado en uno de los focos de la elipse. El de la circularidad de las órbitas celestes fue el último baluarte que caería de la vieja astronomía geocéntrica basada en la filosofía aristotélica. Kepler llegó a la conclusión de que las órbitas eran elípticas no circulares. El dogma filosófico de la perfección de los cuerpos celestes cayó por tierra. De lo que se trataba es de que los movimientos fuesen perfectos y explicasen de la forma más simple las apariencias. Con la elipse ya no necesitamos de los instrumentos engorrososo de la astronomía ptolemaica: excéntricas y epiciclos desaparecen. La segunda ley de Kepler pone en relación la velocidad del planeta con el área recorrida. Así dice: el radio vector que une el planeta con el sol barre áreas iguales en tiempos iguales. De esta forma se explica la diferencia de velocidad que llevan los planetas y el sol dependiendo de la posición que tengan en su órbita. Por último, la tercera ley relaciona a los planetas entre si. Dice que el periodo de revolución de un planeta es proporcional al de otro siendo inversamente proporcional a sus áreas al cubo. Con esto se ha encontrado una fórmula que pone en relación a todos los planetas entre sí.

 

La imagen que de todo esto se  desprende es que el universo es un sistema armónico matemático en la que todos los cuerpos están ligados entre sí. Lo que no fue capaz de resolver Kepler fue la causa de estos movimientos. Como hemos dicho consideró que la causa era la gravedad solar. Pero esta hipótesis le presentaba un problema. Si era el sol el que atraía a los planetas al final estos caerían sobre el sol. Habría que esperar a Newton y su teoría universal de la gravedad para resolver el problema de la causa de los movimientos celestes y terrestres. Newton será el que sintetice la física celeste y la terrestre de Kepler y Galileo respectivamente.



[1] Aristóteles distinguía entre física y matemáticas. Consideraba que ambas estudiaban objetos distintos y no se podrían mezclar. Por eso la reticencia de los medievales a hacer estudios matemáticos de física.

[2] Para Pitágoras el mundo era matemático. Estaba sometido a la armonía de los números; de tal forma que si queremos conocer el mundo lo tenemos que hacer a partir de las matemáticas. Y esto es lo que harán tanto Galileo como Kepler. Por su lado Platón pensaba que el único conocimiento verdadero era el de las ideas. Pero que el mundo había sido creado a partir de las formas matemáticas. Por esto, si queremos un conocimiento más cierto sobre el mundo sensible habría de ser a partir de las matemáticas.

[3] Profundizaremos en esta cuestión cuando veamos la filosofía de la ciencia.

[4] Ya dijimos que la polémica en torno a la nueva ciencia es la polémica entre la concepción realista e instrumentalista que se puede hacer de las teorías científicas.

[5] Ver mi: “La apertura de la ciencia a la divinidad.” Fundamentalmente la segunda parte.

 

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