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Filosofía desde la trinchera

Primero, y sin ánimo de crítica, puesto que aquí parece que no se admite. Y mira que mi primer escrito fue respetuoso y pidiendo incluso permiso, cuando en realidad no tendría ni que hacerlo. Porque lo que sucede en el partido ahora en la oposición ha revertido sobre mi realidad social durante muchos años y, si de ésta no desaparece toda la izquierda europea, pues me seguirá afectando. Incluso si realmente presentan un proyecto de izquierda creíble y ejecutable, pues los votaría.
Mira Fernando, ese discurso tuyo tan maniqueo es inválido. Existen los intelectuales y los políticos. Existen muy pocos intelectuales políticos, por razón de tiempo y temperamento. Y son, como bien dices, cosas muy distintas. Sólo hay que escuchar al último intelectual político recientemente fallecido. En cuanto a la autocrítica, pues no la habéis hecho. Y eso es así, son los mismos que llevan muchos años. Rubalcaba desde siempre. Chacón, ocho. Pero la última legislatura, la de la crisis la ha quemado bastante, no tanto como al otro. Cómo va a ser creíble Rubalcaba si estando en el poder no ha actuado. Y no habéis hecho autocrítica por dos razones, ahora me refiero a este diálogo, no me habéis criticado, más bien me mandáis, medio educadamente a callar, y solo medio educadamente, porque no habéis refutado, ni hablado, ni comentado nada de mi primera intervención. Arturo, sí, para decir que le dé consejos a otro, que a él no. Y, por otro lado, el escrito que os he enviado, fácil y asequible de leer, si tenéis otras propuestas y otros datos pues lo podéis criticar. Y eso es un debate de ideas. Y ese escrito es un escrito dirigido a las bases de la izquierda (por tanto también el PSOE) y que defiende la socialdemocracia. Y da unas cuantas recetas, ahí, en muchos otros textos y en cientos de autores que plantean alternativas. Podías haberos dedicado a eso. Sobre todo Arturo, en lugar de insultar claramente. Todos necesitamos crítica y consejo. Insisto, aunque no vuelva a intervenir aquí, lo que le ocurra al PSOE, me importa mucho, muchísimo. Fernando, que obsesión tienes con que yo soy de IU, los he votado varias veces, al PSOE también. Y me he alegrado de algunas victorias del PSOE sin votarlo. Que no he hecho una autocrítica a IU, pues te equivocas. Además de la que mencionas. Siempre he hecho una crítica al marxismo, pero sin desmoronarlo. He planteado la necesidad de introducir el discurso ecológico (económico político en la izquierda (IU) porque está ausente y sin él la concepción que se tiene de la sociedad es decimonónica. Escribí dos artículos (después de las elecciones autonómicas) como cartas abiertas. Y que fueron tremendamente criticados. Y que llegaron hasta Cayo Lara. Una defendía la abstención en la investidura, cosa que a vosotros no os gustó, ni a muchos de IU, de ahí la división actual. Otro sobre la naturaleza de los pactos y la democracia. Un artículo ideológico que pretendía criticar al sector de IU que, despreciaba el voto de la ciudadanía, para obtener poder. Es decir, que tenía una concepción del voto maquiavélica, que yo, al menos, en este caso ponía en entredicho. Es decir, que he intervenido en el debate de lleno.
Una vez tuve una idea, que como todas las ideas vienen de otras ideas que han formulado otros a los que has leído, en mi caso fundamentalmente, o escuchado. Y esa idea es que las ideas tienen consecuencias. He defendido esto en mis escritos y en mis clases con uñas y dientes. Porque las ideas nos dirigen, en forma de ideas, de ideologías, de mitos o de creencias, yendo de lo más noble a lo menos, entendiendo esto por conciencia de (autoconciecia). Y si no somos concientes de nuestras ideas y nuestras ideas son perversas para nosotros o para la humanidad, pues participamos del mal, a sabiendas o por ignorancia. Y me he partido la cara con mis alumnos, metafóricamente, explicándoles los orígenes ideológicos de esta crisis. Incluso he sido capaz de remontarme a Platón, cuando quería un gobierno de filósofos que conociesen la “filosofía verdadera” (gobierno de expertos) y esta tesis de Platón tuvo lugar en la degeneración demagógica y plutocrática de Atenas. El caso es que hoy en día hemos asistido a dos golpes de estado de la UE, Italia y Portugal que han consistido en poner en el gobierno a una serie de expertos que participan, dicese, de la filosofía verdadera. Malo es que nos quedemos callados. Peor es que no sepamos de dónde viene esto. Pues como decía, mi idea era que las ideas tienen consecuencias, y en la mayoría de las veces han sido peligrosas, como es ahora el caso. Pues hace tres años le dieron el premio Nobel de economía a Poul Krugman, mientras estaba escribiendo un libro. Libro que se titulaba precisamente, Las ideas tienen consecuencias, en el que hacía un análisis del conjunto de ideas, económicas, sociales, políticas y filosóficas, erróneas que nos habían llevado a esta crisis, augurando que, si no las abandonábamos, los gobernantes, iríamos a peor. En efecto, los gobernantes no las han abandonado, ni tienen viso de ello. Arturo, las ideas tienen consecuencias, y las canciones son algunas de las consecuencias sociales más tardías de esas ideas. Las canciones juegan un papel de cohesión social cuando lo social ya ha sido pensado y puede ser que haya sido pensado cuarenta años antes.
    En fin, nada de esto de lo que hablo ahora tiene que ver con el debate interno del PSOE, porque el debate interno del PSOE es un debate por el poder. Fernando, y el de IU es quizás un debate por cómo tener el suficiente poder para actuar sobre el poder. La dinámica es la misma. Un intelectual, y así me considero en términos popperianos, el que se las ve a diario con las ideas y son sus objetos de trabajo, no pertenece a la derecha ni a la izquierda. Es una división demasiado simple, quizás necesaria, lo cual también se podría discutir, pero, bueno. Haciendo una caricatura intelectual mía diría que defiendo la igualdad y la justicia social, que son máximas ético-políticas de la izquierda. Pero soy un liberal, con lo cual sería de derechas, pero no un reaccionario, aunque sí un crítico del progreso como nuevo mito civilizatorio y religioso. Por su puesto que esta libertad, engloba la libertad privada, pero no la libertad del mercado, ni el mercado por encima, como entidad, de lo ético, ni de la libertad privada. Como ves, demasiado complejo, incluso siendo una caricatura. Y, añadiría, a toda la izquierda, incluida IU, que la ética ya no es sólo la de la equidad y la justicia social, que son valores de la Ilustración, sino que si queremos enfrentar un nuevo mundo con una nueva economía y política debemos dar el salto ético, político y técnico, del antropocentrismo al ecocentrsimo. Sería una segunda Ilustración. Y esto son sólo, algunos esbozos de ideas. Ideas, Arturo, que no han salido de la nada, sino del ejercicio constante de la autocrítica estudiando a aquellos que son más sabios que yo. Y yo si admito consejos e ideas, pero no paternalistas, sino ilustradas. Un saludo. O toda la izquierda europea recupera el discurso de izquierda o desaparece, el plan trazado por la ultraderecha económica de momento funciona a paso firme. Si sigue así dentro de unos años no quedará ni rastro de la izquierda, ni de la democracia, ni de la política.

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