Los mundos orwellianos. Tendremos que acostumbrarnos a ellos. Es el principio del fin. Son los límites del crecimiento que no cabe en las cabezas de aquellos que piensan en el crecimiento ilimitado. Bueno, no piensan, creen inconscientemente.
Los mundos orwellianos. Tendremos que acostumbrarnos a ellos. Es el principio del fin. Son los límites del crecimiento que no cabe en las cabezas de aquellos que piensan en el crecimiento ilimitado. Bueno, no piensan, creen inconscientemente.
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