Sí no tenemos capacidad se sentir la sensibilidad de los seres vivos que nos rodean, tampoco la tenemos con los humanos. La capacidad de ponerse en el lugar del otro, (la empatía que llaman los psicólogos, que tan de moda está) es la base del respeto y éste la base del comportamiento moral. La insensibilidad moral es la cosificación de todo lo vivo incluido lo humano. Además, éticamente, hemos de cambiar de un antropocentrismo a un ecocentrismo, puesto que el hombre no es dueño y señor de la naturaleza, sino un elemento más de ella. Y respetar a la naturaleza y los seres vivos, incluido el medio ambiente, es el Principio de Responsabilidad. Entre los seres vivos y el hombre no hay salto cualitativo, hay una continuidad.
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