Lo malo es que en un mundo que confunde al asno con el sabio esto ocurre con toda la normalidad y el resto sigue igual. La puñetera condición humana. ¿Dónde está la areté, la excelencia?
Lo malo es que en un mundo que confunde al asno con el sabio esto ocurre con toda la normalidad y el resto sigue igual. La puñetera condición humana. ¿Dónde está la areté, la excelencia?
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