Blogia
Filosofía desde la trinchera

No conocemos el momento de nuestra muerte y eso es lo que hace que no hagamos lo que deberíamos hacer. Pero, por eso, Spinoza decía que a nada teme menos el sabio que a la muerte. El sabio es el que hace lo que sabe que tiene que hacer. La muerte nunca le puede coger de improviso. El sabio es un hombre libre que sigue su propia ley, que es la ley de la naturaleza. Todo aquel que cambiaría su vida si supiese cuándo va a morir es ignorante. En verdad, la muerte es inexorable, en dos sentidos. A todos nos va a llegar y no sabemos cuándo. Por eso todo momento puede ser el último. El último día, la última semana, el último mes, el último año. Si cambiamos nuestra existencia es que entonces no era autentica. Y éste es el reto de alcanzar la sabiduría; saber qué debemos hacer.

0 comentarios