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Filosofía desde la trinchera

El proyecto de la refinería se queda sin respaldo político.
Sin un movimiento ciudadano crítico con sus gobernantes con conciencia social y luchando por la dignidad, la democracia y la salud, no hubiese sido posible. El poder pertenece a los ciudadanos, no a los gobernantes. Este grupo de ciudadanos ha sido un ejemplo de ejercicio de la democracia, de esfuerzo, de tesón. Ha luchado contra los intereses particulares de los partidos mayoritarios, se ha comprometido con la dignidad y la democracia. Se ha informado y formado. Ha buscado el debate racional y se ha encontrado con todas las artimañas del poder. Pero David y la razón han vencido a Goliat la sinrazón y la brutalidad. Sin este movimiento ciudadano, absolutamente plural, hubiésemos asistido a un atropello contra los derechos de los ciudadanos. Nos habríamos enfrentado con una política de hechos consumados. Esto nos demuestra y nos anima a defender la democracia y a luchar contra la corrupción de las instituciones que la sostienen, incluida, la de los partidos políticos. Y esto nos enseña que, aunque con muchas trabas, es posible la política de verdad: el poder ciudadano.

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