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Filosofía desde la trinchera

El mal es muy profundo y llega des lo hondo de la historia. El proceso de colonización y descolonización. No hubiese habido un occidente superrico sin un tercer mundo. Es, como decía Billy Brand en el título de uno de sus libros “La locura organizada”. De momento hay para todos, pero no interesa. El hombre tiene una doble naturaleza, es altruista y egoísta, es agresivo y empático. Eso es lo que ha marcado toda la historia. Y esto no es por tranquilizarnos y dormir con la conciencia limpia; sino para partir de la base de que lo que se puede hacer es poco y requiere gran esfuerzo. Pero es indudable que a lo largo de la historia hemos tenido un progreso ético-moral, luego, sí se puede hacer. Por ello, lo primero es la toma de conciencia y la denuncia. Después existen múltiples vías de actuación. Lo que sí está claro es que el nuevo orden del mundo no es éste que nos impusieron por las armas y por el codiciado petróleo, sino otro distinto que ha de emerger. Una unión del cosmopolitismo, como ideal ético-político y jurídico y una tercera revolución industrial que solucione los problemas producidos por el desarrollo basado en las energías fósiles. Un desarrollo fulminante que nunca ha tenido la humanidad, pero que no la ha hecho mejor moralmente.

 

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Efectivamente, Andrés, nunca debemos pensar en una predeterminación. Eso sería una claudicación de nuestra voluntad. Sería dar alas a los poderosos. Conozco el libro que citas y debe andar por mi bliblioteca. Pero a él yo añadiría otro de Martinez Alier “El ecologismo de los pobres” que relaciona el problema ecológico con la pobreza, esto es, con la economía. Es uno de los fundadores de la economía crítica. Por eso el prblema económico no es sólo económico, sino ecosocial. Es decir, total. Sin un cambio del actual paradigma (conjunto de ideas centrales y técnicas que mueven el mundo) no es posible el cambio, sólo habrá parcheado. Saludos para los dos.

 

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Piedad, si se consigue un modelo de energías renovables, que no sería tan eficiente como los recursos fósiles, lo que sí debe quedar claro es que, en una nueva organización de la sociedad esos recursos tenderían a diversificarse. O, dicho de otra manera, democratizarse. Los edificios se autoabastecerían y exportarían a la red general. Pero esto es sólo una parte de la energía. El gasto energético fundamental es el transporte. Pues bien, en una sociedad de política del decrecimiento es necesario la relocalización. Es absurdo la producción de materias y alimentos que luego se trasladan a grandes distancias produciendo un tremendo gasto energético. La política del decrecimiento va hacia la localización de la producción y la globalización de la humanidad, es decir, el derecho y la ética.

 

            Por otro lado, no acepto, de ninguna de las maneras la idea de Punset. Tiene cierta razón en que hay países fracasados. Pero que la crisis no es global ni estructural es falso. Es tener una visión muy corta de las implicaciones que se dan entre sociedad, economía, valores, etc. y un desconocimiento brutal de la historia del capitalismo que comienza, junto con la mundialización, y así nos lo refiere Marx en las primeras páginas del Manifiesto… en el Renacimiento. La crisis es sistémica y su fondo es estrictamente filosófico, es una idea del mundo la que ha caído.

 

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            ¿Necesariamente deviene en corrupción la democracia? Pregunta que nos hacemos desde Pericles. La única solución viable es la de una meritocracia (gobiernos de los mejores, más justos) dentro de una democracia y una legislación ferrea contra la corrupción. Pero, quizás, la tendencia a la corrupción forme parte de la naturaleza humana por ello debemos andar siempre vigilante del gobernante y de nosotros mismos.

 

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Si Punset habla de las consecuencias, pues tienes razón, pero según la cita yo no lo veo así. De todas formas, no se trata ahora sólo de analizar las consecuencias, sino que de lo que se trata es de ver la raíz profunda del problema para aportar soluciones. Y, como venimos diciendo los problemas son de hondo calado, sistémicos. De ahí lo de el cambio de paradigma que se debe producir. Si continuamos con el actual, que es lo que parece que ocurre, como la salida de la crisis de EEUU. y Alemania, creo que más aparente que real, estamos abocados a una agonía lenta. El cambio debe venir desde los siguientes parámetros.

 

Antropocentrismo-biocentrismo

Competitividad-cooperación

Macroeconomía hipermatematizada-microeconmía humanizada.

Desnaturalización de la economía-naturalización de la economía. Ello implica la introducción de la entropía en la economía.

Gobierno del capital-gobernanza política basada en el decrecimiento. El decrecimiento es un hecho que se irá agravando paulatinamente. Hay dos opciones. O cogemos el toro por los cuernos y lo planificamos políticamente o nos arrollará.

Centralización energética, alimentaria-descentralización energética-alimentaria.

Globalización financiera-globalización humana.

 

 

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