Blogia
Filosofía desde la trinchera

¿Cómo nos atrevemos a hablar de libertad y de los países libres de occidente? ¿Es un sarcasmo, una burla, una farsa, un acto de cinismo? Nuestras democracias occidentales están podridas hasta el tuétano. ¿Cómo es posible que ayudemos a dictadores, que vendamos armas y alimentemos guerras y ahora persigamos a aquel y aquellos que nos ofrecen la información exacta de lo que todo el mundo sabe pero no tenía los papeles con los que verificarlo? Nuestras democracias esconden debajo de la alfombra mucha basura, crimen, genocidio, robo, expolio y el ciudadano lo soporta impasible porque no llega a la categoría de ciudadano o porque el hombre, simplemente, no puede ser libre, sólo unos pocos. Somos víctimas de nosotros mismos, de nuestra propia servidumbre. Y, mientras tanto, los estados operan fuera de la ética, más allá del bien y del mal. Ésta es la condición humana. Con estos mimbres poco se puede esperar del hombre. No es pesimismo, sólo hay que echarle un vistazo a la historia. Y algunos a ésta la llaman progreso…increíble.

0 comentarios