Marx
PANORÁMICA GENERAL DEL SIGLO XIX.
INTRODUCCIÓN.
El siglo XIX es histórica y filosóficamente muy variado. Es una época de grandes convulsiones, que comienza con la revolución francesa y termina con los imperialismos y nacionalismos. El fracaso de la revolución francesa da paso a la época de la restauración; pero el antiguo régimen ya no volvería más. Se vuelven a trazar las fronteras de Europa; pero los individuos ya no vuelven a ser los mismos. Políticamente, el antiguo régimen ya estaba muerto. Aunque todavía quedasen nostálgicos tradicionalistas. Los monarcas nunca más recuperaron el poder perdido. En definitiva, se está dando paso a las sociedades modernas de clases. Desaparecen paulatinamente los estamentos, y dan paso a las clases sociales de mano de la burguesía que se hace con el poder; que en este caso reside en el dinero. Así pues, aparecen dos clases enfrentadas y antagónicas, como las verá Marx, que son la burguesía y los proletarios; y una clase media que serán los profesionales: maestros, químicos, médicos, arquitectos, etc. Esta división en clases viene directamente motivada por el desarrollo industrial. La revolución industrial marca el siglo XIX. Cambia la sociedad, el modo de relación entre los hombres, y de éstos con la naturaleza. Triunfa el ideal Baconiano de dominio de la naturaleza. Pero se agudizan las diferencias entre los hombres. Las ciudades crecen desmesuradamente, el campo se abandona y los obreros se asientan alrededor de las fábricas en condiciones de miseria y explotación.
Políticamente los movimientos fundamentales que aparecen son los siguientes:
1. El liberalismo. Es el desarrollo claro de los modelos políticos ilustrados. Tiene, como sabemos dos vertientes: la filosófica y la económica. El liberalismo defiende la libertad de pensamiento y religiosa; a la par que se defiende la libertad de mercado. Por ello, el liberalismo está con el individuo, frente a las comunidades o agrupaciones colectivistas. El movimiento liberal tiene una gran influencia en la época y lucha contra los partidarios de la restauración en sentido pleno. Como representante tenemos a J. S. Mill.
2. El tradicionalismo. Por su parte defiende la restauración del antiguo régimen monárquico y religioso con la consabida recuperación del orden religioso y la eliminación de las libertades, ya sean intelectuales como económicas. Se enfrentan directamente a los liberales y a los socialistas y anarquistas.
3. Los demócratas. Es un desarrollo natural de los liberales. defienden el sufragio universal como expresión de la libertad de los individuos y la abolición de las monarquías. Se aspira a la representación parlamentaria. Comienzan a formarse los partidos políticos.
HEGEL
4. El nacionalismo e imperialismo. Los nacionalismos comienzan a aparecer en la segunda mitad del siglo. En principio no están en contra del movimiento liberal. Pero sí de los socialistas y anarquistas que son internacionalistas. Defienden el ideal de nación como identidad de un pueblo que se ha ido desarrollando a lo largo de la historia. Filosóficamente, el caso del nacionalismo alemán, tiene su base en la filosofía idealista absoluta que combatirá posteriormente Marx. Este ultranacionalismo se extenderá al imperialismo. Todas las grandes naciones extienden sus fronteras por todo el mundo: Inglaterra, Francia, EE.UU., Alemania y Japón. España, por el contrario pierde su imperio (de ahí surgiría la generación del 98: Pío Baroja, Valle Inclán, Unamuno, etc.)
5. Comunismo y anarquismo. Aparecen muy mezclados aunque tengan diferencias obvias. Ambos son pensamientos utópicos y Marx los combate precisamente por ello. Como veremos lo que Marx defiende es el “comunismo científico.” Por su lado los comunistas defienden la abolición de la propiedad privada y reclaman la igualdad de todos los hombres. Tienen sus raíces en el “comunismo” platónico, el cristianismo primitivo, el estado de naturaleza de Rousseau, etc. Los anarquistas, consideran que es necesario abolir el estado. Entre sus máximos representantes tenemos a Bakunin. Ambas posturas realizan una interesante reflexión sobre la historia y el estado; que junto con la de los liberales y la filosofía idealista alemana constituyen la fuente de la que beberá Marx.
La filosofía en el siglo XIX.
Vamos a intentar trazar un cuadro general sobre el quehacer filosófico en el siglo XIX. Nos vamos a centrar, más en profundidad, en la filosofía de Marx (su visión del hombre, la historia y el estado) y en la filosofía de Nietzsche (el vitalismo frente a la razón, tanto ilustrada como del idealismo alemán). Pero antes vamos a trazar un cuadro general de la filosofía. Hay que decir, para empezar que la actividad filosófica es muy diversa en este siglo, e incluso de grandes contradicciones. No es un siglo homogéneo, como lo fuera la ilustración, en el que existían unas ideas comunes a todos los ilustrados. Por el contrario, en el XIX, proliferan los antagonismos y las críticas exacerbadas. Los hay que son herederos de la ilustración, y los hay también que arremeten contra ella. Otros, por el contrario, consideran que la superan. Veámoslo.
Empecemos por el romanticismo. No es sólo una corriente artística, sino que refleja una cosmovisión. Se enfrenta directamente a la ilustración. Considera que la razón no es lo esencial del hombre; más bien es el carácter irracional profundo y contradictorio lo que lo marca. El hombre es superación de esa contradicción; se alimenta y vive de ella. Así que arremeten contra la razón universal ilustrada. Las cosas, el mundo y los hombres tienen más matices. Frente a la universalidad de los ilustrados reivindican la individualidad irrepetible. Aparece el héroe como figura paradigmática. No se admite la visión mecanicista de la naturaleza. Se considera a ésta como algo vivo que tiene una fuerza insospechada. Algo que crece y es dinámico. Por tanto participan de las ideas evolutivas que en la época empiezan a hacerse populares. Frente al reloj proponen el modelo del árbol. Aparece el concepto de verdad no como correspondiente con los hechos; sino como fruto de la creación humana. Por todo ello, el romanticismo está en consonancia con la filosofía idealista alemana.
El positivismo. Son el resultado del avance inexorable e imparable de las ciencias. Aunque la visión positivista del hombre y de un estado y sociedad futura perfecta procede del desarrollo de la ciencia participa también del romanticismo. Pero podemos considerar a este movimiento como un desarrollo, en parte, lógico de la ilustración; o, al menos, del desarrollo científico que en ésta había tenido lugar. El máximo representante de este movimiento filosófico es COMTE. Los positivistas consideran que el ideal del conocimiento es el de las ciencias. La historia ha tenido tres fases: Teológico religiosa: se explicaban las cosas acudiendo a dioses y por medio de mitos; metafísico filosófica: se sustituyen esos dioses y espíritus por conceptos abstractos e ideales; y, por último, la positivista científica: se explican las cosas a partir de la experiencia y la razón. Estamos en el último momento de la historia. Las ciencias lo llegaran a explicar todo. Habrá, dice Comte, una ciencia superior, que será la reina de todas, que es la sociología: el estudio del estado y del hombre. Y, a partir de esta ciencia podremos construir el estado perfecto. Se proclama, por tanto, el fin de la historia y la felicidad del hombre por medio de la ciencia positiva: empírica y racional. Este fin de la historia (pensamiento utópico) es característico del siglo. Tanto Comte, como Hegel (idealismo alemán), como Marx lo proclaman, cada uno a su manera.
El idealismo. Se desarrolla en Alemania. Procede directamente del desarrollo, y de la contradicción, en muchos casos, de la filosofía Kantiana. Sea como fuere, todos los filósofos idealistas alemanes se consideran herederos de Kant.[1]
Así, el idealismo alemán, cuyos máximos representantes son Schelling, Fichte y Hegel va a crear un nuevo concepto de razón. Kant había puesto el límite del conocimiento en el Noúmeno, la cosa en sí. Esto era incognoscible. La crítica que hacen los idealistas (Fichte) al Noúmeno kantiano es lo que da lugar a la transformación del concepto de razón que lleva a los idealistas a la metafísica dogmática. Fichte, no entramos en la demostración, considera que el Noúmeno, como incognoscible que es, no sirve para nada, es algo vacío. Por ello, prescinde de él. Ahora bien, si no se puede hablar de Noúmeno, que era lo que le garantizaba a Kant la existencia del mundo externo, y no caer en el idealismo, entonces todo depende del sujeto. El sujeto construye totalmente el objeto. El objeto es producto del sujeto. Todo procede, pues, de la razón. Por ello, se llega a declarar “todo lo real es racional y todo lo racional es real” Hegel. Obviamente, nos hemos quedado sin límite a la razón y consideramos que todo lo que piensa o produce la razón es real pues...[2]
De los idealistas proceden una serie de conceptos que serán claves para el desarrollo del marxismo. El idealismo alemán consideraba que la razón, frente a la opinión de los ilustrados, era absoluta; pero, además, le daban una dimensión histórica. La razón se va realizando “desplegándose históricamente” a lo largo de los tiempos. Por ello es necesario estudiar la historia para ver este proceso. La forma de evolucionar la historia (la idea o el espíritu) es dialéctica. A la tesis se le contrapone una antítesis de la cual por desenvolvimiento dialéctico surge la síntesis. Y éste es el proceso de toda la historia (su mecanismo evolutivo). Lo que hacen los idealistas (Hegel) será aplicarlo al estudio del devenir histórico. Esto tendrá, como veremos, gran influencia en Marx (que participó del movimiento de los jóvenes hegelianos). Por su puesto, este esquema también nos da un fin de la historia que, precisamente era la república prusiana de aquel momento y el desarrollo teórico último que era la síntesis de toda la historia era el idealismo absoluto de Hegel[3]
Los dos autores que se enfrentaron, principalmente, a Hegel son Schopenhauer, de el que ya hemos hablado, y Kierdkegard. Este último reclama lo singular frente a lo absoluto. Su filosofía viene marcada por un carácter eminentemente religioso.[4]
Como último representante del siglo XIX tenemos la filosofía de Nietzsche. Éste arremete contra toda la cultura occidental basada en el concepto de Razón, Dios, y Verdad. Pero esto es harina de otro costal y lo trataremos, como se merece, a parte.
MATERIALISMO MARXISTA: IDEOLOGÍA Y ALIENACIÓN.
INTRODUCCIÓN.
Hablar de marxismo hoy en día puede resultar que sea hablar de algo muerto y profundamente negativo; y que, tal vez, sería mejor olvidar. Bien, pues todo esto está muy lejos de la realidad.
Si bien es verdad que los regímenes socialistas del Este han caído, no es verdad que el MATERIALISMO MARXISTA y la concepción marxista y materialista de la historia hayan tocado a su fin.
MARX |
El marxismo no es algo que ha ocurrido en balde; ni sólo ha estado presente en los paises del ESTE, CHINA y CUBA, sino que también ha calado en las sociedades occidentales, de tal forma que el desarrollo capitalista en éstas ha estado condicionado por las reivindicaciones sindicalistas de los proletarios. De esta forma, podemos hablar de una discusión larga y fructífera entre marxismo y capitalismo. Hoy en día, con la caída de los regímenes del ESTE se pretende hacer pensar que el marxismo, el comunismo han muerto. Cuando esto no es en absoluto cierto. Podemos decir que lo que ha desaparecido han sido una serie de estados totalitarios y represivos, que se parecen más bien poco a lo que MARX pudiese decir.
En el momento en el que empieza la revolución de 1917 fracasó el marxismo. Pero hay que tener en cuenta que el marxismo como MÉTODO DE ANÁLISIS aparece en un momento determinado en la historia, por lo cuál, tendrá sus propias limitaciones teóricas y prácticas. Hay muchos aspectos de la sociedad contemporánea que superan la visión clásica del marxismo. Pero el MARXISMO, como cualquier otra teoría, no es sólo fruto de MARX y ENGELS; sino que está constituida por un conjunto de teoría elaboradas a lo largo del s. XIX y XX y cuyo núcleo central sería el materialismo histórico de MARX y ENGELS.
Todas estas teorías son las revisiones marxistas. y pretenden adaptar la teoría marxista a la situación contemporánea, la cuál es distinta al momento del surgimiento de la teoría original.
La FILOSOFÍA que había en Alemania en tiempos de MARX es lo que se llamó "el idealismo absoluto alemán" Esta es la FILOSOFÍA posterior a KANT. Este último había señalado que la METAFÍSICA era imposible como CIENCIA; que no podíamos hablar de DIOS, ALMA, y MUNDO. La filosofía tiene que ser crítica trascendental. Después de KANT hay una serie de filósofos: FICHTE, SCHELLING Y HEGEL que siguen el camino opuesto al kantiano. Hablan del mundo del alma y de Dios; y constituyen la FILOSOFÍA idealista alemana que comienza con FICHTE y termina con HEGEL. Este último sintetiza todo el conocimiento en Dios o la "idea absoluta" También hubo otro gran filósofo que siguió la línea kantiana. Estamos hablando de SCHOPENHAUER. que es el padre de la filosofía pesimista moderna.
la FILOS0OFÍA de HEGEL se transforma en la FILOSOFÍA oficial del ESTADDO ALEMÁN. El pensamiento de HEGEL es la justificación filosófica de este estado. Entre los conceptos más importantes de la filosofía de HEGEL que heredará posteriormente MARX tenemos:
. Concepto de DIALÉCTICA. Según HEGEL la historia es un desarrollo dialéctico de la "idea absoluta".
La dialéctica es un movimiento que tiene tres momentos: La tesis, antítesis y síntesis. La HISTORIA es un movimiento dialéctico en el que la tesis es la "idea absoluta" la realidad auténtica es la IDEA EN SÍ Pero esta idea se aliena.
ENGELS
. Concepto de ALIENACIÓN. la conciencia sale fuera de sí. La idea en sí ya no es en sí, sino que está fuera de sí. Cuando la idea absoluta sale de sí se transforma en materia (que es la antítesis) Si la HISTORIA es el desarrollo dialéctico de la idea y la materia, entonces la síntesis será el fin de la historia. Al decir de HEGEL el estado alemán de aquel momento es la culminación de la historia; en la filosofía, el arte y la religión.
MARX estudia derecho, pero sus inclinaciones son desde un principio filosóficas y literarias. Una vez terminada la carrera realizará la tesis doctoral; pero ésta será de FILOSOFÍA; en la que podemos entrever su carácter materialista. Se llama: "Sobre las diferencias en el materialismo de las filosofías de DEMÓCRITO y EPICURO."
Los discípulos de HEGEL se agrupan en dos tendencias:
a. La derecha hegeliana: son todos aquellos filósofos que consideran la filosofía de HEGEL como la más verdadera y la más completa.
b. La izquierda hegeliana o los jóvenes hegelianos: que no consideran que la FILOSOFIA de HEGEL sea la culminación del pensamiento humano. Sería un momento más en la historia del pensar dialéctico. Estos últimos admiten la crítica, y uno de los más importantes y que influye mucho sobre MARX es FEUERBACH. Su obra más importante es "la esencia del cristianismo." En esta obra FEUERBACH pone las bases de lo que es el ATEISMO antropológico moderno. Una de las críticas al sistema hegeliano es la siguiente:
"El hombre en tanto que individuo proyecta en la idea de DIOS su necesidad de inmortalidad, eternidad y perfección. Lo que ocurre es que el hombre en tanto que individuo inventa esa idea de DIOS por su propia necesidad; pero no es una existencia auténtica, sino que es una existencia alienada; porque el hombre proyecta -en algo que está fuera de sí mismo- su propia conciencia. Lo que sucede es que el hombre en tanto que individuo es un ser mortal; y la muerte es el triunfo de la especie sobre el individuo. El hombre muere para que la especie sobreviva. Nosotros proyectamos lo que realmente somos en la idea de DIOS El contenido de la idea de DIOS es lo realmente en la especie. En consecuencia; la idea que tenemos de DIOS es la ALIENACIÓN (existencia inauténtica) de nuestra conciencia como especie. Para que el hombre vuelva a sí mismo tiene que negar la idea de DIOS. Y considerar que los atributos de DIOS son realmente los del hombre en tanto que especie. Por tanto, la existencia auténtica del hombre es una existencia atea."
MARX empieza en la izquierda hegeliana; pero no admite de ninguna manera el idealismo. Realiza una crítica a los jóvenes hegelianos que se basa en el materialismo. Mientras que para HEGEL y los idealistas la realidad auténtica es la de las ideas; para MARX la única realidad es la de la materia.
Por otra parte, la FILOSOFÍA DE MARX no es teórica; sino que concibe la FILOSOFÍA como forma de transformación del mundo. En la tesis 7 de su obra "Tesis sobre FEUERBACH" MARX dice:
"Hasta ahora los filósofos lo que han hecho es contemplar el mundo; desde este momento, lo que hay que hacer es transformarlo."
Con MARX aparece una nueva dimensión del pensamiento que es la acción o la revolución. La FILOSOFÍA como actividad revolucionaria tiene que ayudar a que los cambios históricos tengan lugar con mayor rapidez y más facilidad. El FILÓSOFO REVOLUCIONARIO tiene como misión crear conciencia revolucionaria.
ANTROPOLOGÍA MARXISTA: Filosofía sobre el hombre.
Es el centro de la FILOSOFÍA de MASRX. En primer lugar, MARX elabora un concepto de filosofía que es opuesto al de la filosofía absoluta anterior; esa nueva noción aparece en sus "Tesis sobre..." En primer lugar lo que nos hace falta es un nuevo concepto de hombre. MARX piensa que no existe propiamente la esencia humana, que no existe el hombre en general -de una forma definitiva- como pensaban los filósofos idealistas. Por el contrario, el hombre es algo concreto. No existe el hombre sino que existen los individuos. Los "hombres" en concreto se constituyen por sus relaciones, que son con los demás hombres y con la naturaleza.. Y estas relaciones son fundamentalmente de trabajo.
Lo que ocurre, según MARX, es que el concepto de trabajo está desvirtuado por la religión. El concepto de trabajo que tenemos nos viene dado por la RELIGIÓN; de la tradición judeo-cristiana. Y viene a consistir en un sacrificio que hay que soportar. Según MARX, eso no es el trabajo. Éste último es aquello que constituye al hombre y lo dignifica. Lo primero que habrá que hacer es cambiar ese concepto de trabajo.
MATERIALISMO HISTÓORICO.
MARX considera que el desarrollo de la historia se puede explicar desde el desarrollo dialéctico de la materia; es más, consiste en dicho desarrollo. Esto es totalmente opuesto a lo que decía HEGEL
Para MARX toda sociedad consta de dos estructuras:
1. La infraestructura económica. La economía. Es la base material de una sociedad y está constituida por los medios de producción y por las fuerzas de producción. Las dos cosas forman el CAPITAL.
2. La superestructura. La ideología. Está constituida por el mundo de la cultura, la política, el derecho, el arte, la ciencia, la filosofía y la religión. MARX dice que la superestructura de una sociedad viene determinada por su economía; según sea ésta así será aquella.
No es la ideología la que transforma la sociedad; sino que es la base material la que determina el desarrollo de la historia, y por tanto, el cambio en las ideologías o superestructuras.
"No es la conciencia la que determina el ser social; sino que es el ser social lo que determina la conciencia."
Todos los cambios en la historia son cambios en los distintos modos de producción. Para explicar estos cambios hay que distinguir en toda sociedad dos clases:
1. La clase dominante u opresora. Está formada por aquellos que poseen los medios de producción.
2. La clase oprimida. Los que no poseen ningún bien salvo su capacidad de trabajo. Ésta es la clase explotada por la clase dominante.
Lo que ocurre es que cuando la clase oprimida toma consciencia de clase, entonces es cuando comienza la revolución. Esto genera la lucha de clases que es el motor de la historia; y tiene como origen intentar poseer los medios de producción. El oprimido se quiere liberar de esa explotación y sufre por parte del opresor; y eso solamente lo puede hacer si consigue los medios de producción: el poder económico.
Lo que ocurre después de una revolución es que se establecen dos nuevas clases y lo único que ha cambiado son los medios de producción. En la actualidad el medio de producción es el capitalista. En esta sociedad tiene que tener lugar la última revolución.; que es la revolución de los proletarios, será sangrienta y se alzarán contra los capitalistas para arrebatarles los medios de producción. De aquí surgirá una nueva sociedad -sin clases- que será la sociedad comunista. Y trás la revolución del proletariado se acabaría la prehistoria del hombre. Y con el comunismo comenzaría su verdadera historia.
"En la producción social de su existencia los hombres entran en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su identidad, en relaciones de producción que corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cuál se alza una superestructura jurídica y política y la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social. En general, el modo de producción de la vida material condiciona el proceso social, político y espiritual de la vida. No es el conciencia de los hombres la que determina su ser; sino, al contrario, su ser social es el que determina su conciencia."
LA ALIENACIÓN.
Es un concepto que procede de HEGEL. La alienación en HEGEL es un estado de la conciencia en el que ésta se encuentra fuera de sí. La conciencia alienada es inauténtica. MARX traslada este concepto a la historia y la sociedad. En este sentido existen dos alienaciones importantes.
En el trabajo. El trabajo es la forma propia que tiene el hombre de relacionarse con los demás y con la naturaleza. Lo que ocurre en toda sociedad que no sea comunista es que el trabajo no realiza al hombre; sino que lo aliena. Es decir, lo transforma en una cosa. El máximo estado de alienación que alcanza el hombre tiene lugar en la sociedad capitalista. Y sus formas de expresarse son las siguientes:
1. Por la división del trabajo: Manual e intelectual. Esta división es injusta; puesto que el trabajo productivo (manual) es lo peor pagado.
2. El trabajo se transforma en una MERCANCIA (SÓLO EN LA SOCIEDAD CAPITALISTA). El obrero no tiene nada salvo su fuerza de trabajo; de esta forma se ve obligado a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir. Tiene que trabajar la mayor parte del día, y sólo le queda tiempo para descansar para el día siguiente comenzar una nueva jornada de trabajo. En este sentido el trabajo no realiza al hombre sino que lo destruye.
3. El obrero no tiene tiempo para el ocio y la familia y no vive; sino que sobrevive.
4. El capitalista compra el trabajo al obrero; esto es, es una mercancía sujeta a la ley de la oferta y la demanda.
En la religión El obrero en la sociedad capitalista cada vez se encuentra en una mayor situación de miseria y para que no se rebele, la clase dominante, "inventa" la religión. Consiste en que el obrero cree que tiene que soportar esta vida y que ha de resignarse -aunque lo pase mal- puesto que el sufrimiento es señal de felicidad en el otro mundo. En este sentido dice MARX que "la religión es el opio del pueblo" El capitalista desea que el obrero no se rebele y no le arrebate la propiedad privada. Así podrá mantenerse la explotación.
EL COMUNISMO
MARX al hablar de comunismo se refiere al comunismo científico. Este estado no es una ideología sino algo que tiene que llegar necesariamente; por la propia dialéctica necesaria de la historia. En aquel momento había dos concepciones del comunismo:
El comunismo primitivo Consiste en la abolición de la propiedad privada para que pase a manos de la comunidad. Al decir de MARX este comunismo no es el auténtico porque de esta manera no hay abolición de las dos clases sociales; sino que nos encontramos en una sociedad en la que todos son proletarios.
El comunismo utópico. La sociedad comunista es algo que hay que buscar, un deber ser de la sociedad. Una idea que hay que perseguir.
Pero MARX dice que el comunismo es un estado de la sociedad que tiene que llegar necesariamente y que por tanto no depende de las ideas de nadie. Como ya hemos visto en el MATERIALISMO HISTÓRICO las ideas no cambian la historia sino que es la infraestructura económica la que cambia las ideas.
Se producen una serie de contradicciones internas que terminarán con el propio capitalismo y la burguesía generando la revolución de los obreros. Dice MARX que la sociedad capitalista produce a sus propios sepultureros.
Crisis internas de la sociedad capitalista.
El proletario se ve obligado a vender su trabajo al burgués para sobrevivir. Entre el producto que se vende en el mercado y el sueldo del obrero hay una diferencia que se llama PLUSVALÍA o PLUSVALOR. El burgués se enriquece con ese plusvalor; esto es, que el obrero compra las mismas mercancías que el mismo produce, pero, encarecidas.
El capitalista, intenta que la plusvalía sea la mayor posible; bien bajando el sueldo del obrero, la calidad de la mercancía (el coste de los materiales) o aumentando más el precio de los productos. Se haga lo que se haga, el poder adquisitivo de los obreros disminuye; y entonces no puede comprar los productos -y si no los puede comprar el capitalista no se enriquece- produciéndose la "acumulación de la mercancía", cierre de empresas, etc...y todo esto genera un mayor estado de MISERIA de los proletarios que da lugar a la conciencia DE CLASE; y esto es el principio de la revolución del proletario que ha de terminar con la propiedad privada, con la diferencia de clases y con la lucha de clases.
Esto es el origen del comunismo y el final de la prehistoria, y el inicio de la historia del hombre. Ya no hay cabida ni para la miseria ni para la alienación y podemos decir de esta sociedad que "cada uno según su capacidad y a cada cual según su necesidad." ESte es el auténtico concepto de igualdad en MARX.
El origen del comunismo se produce por la dialéctica capitalista que genera contradicciones internas dentro de la economía burguesa que se podrían explicar con la siguiente ley:
"En toda sociedad capitalista, cada vez hay menos ricos que son más ricos, y más pobres que son más pobres."
CRÍTICA DE POPPER AL MARXISMO.
Ya vimos en Platón la crítica que hace Karl Popper a la política platónica. Es un caso parecido al que ocurre con el marxismo. Popper en sus orígenes fue marxista. Pero fueron, por un lado los fascismos y, por otro, el stalinismo los que lo convencieron de la inviabilidad de los sistemas cerrados o que pretenden ser perfectos. Los análisis popperianos de lo que él denomina sociedades cerradas se desarrollan fundamentalmente en dos obras clásicas ya que son: “La sociedad abierta y sus enemigos” y “La miseria del historicismo.” La crítica que hace al marxismo es de un carácter un tanto diferente a la que se realiza a la filosofía platónica. Pero, en definitiva, ambos tipos de sociedades constituyen sociedades cerradas; con todos los peligros de intolerancia y corrupción que ello entraña. Pero lo que está a la base del sistema y la idea de sociedad marxista es lo que llama Popper el historicismo. Se considera historicismo a aquella corriente de pensamiento que sostiene una visión de la historia, según la cual, el proceso de la misma sigue leyes necesarias. Una vez que conocemos estas leyes podremos predecir el futuro de la historia.
El modelo de la ciencia que sirvió como copia o imitación de los historicistas fue el de la física del XIX.. Los estudiosos de las ciencias humanas consideraron en este siglo; y, en muchos casos en el nuestro, que la historia estaba sujeta a leyes necesarias del mismo tipo que aquellas que gobernaban los planetas y las piedras al caer. Y, por ello, la ciencia de la historia debe buscar esas leyes últimas y definitivas. Y éste, precisamente, es el caso de Marx y el marxismo. Se consideró que la historia se explicaba -de forma completa e incontestable- desde las leyes dialécticas del desenvolvimiento económico. Pues bien, es precisamente aquí donde reside el error al decir de Popper. Y el error es de carácter epistemológico (teoría de la ciencia); pero las consecuencias político practicas son los totalitarismos marxistas y la represión que ello conlleva.
El fallo está, precisamente en que no existen estas leyes deterministas, definitivas y últimas. Ni siquiera existen en el caso de la física; menos aún en el ámbito de lo humano. Pretender una visión racional, definitiva y última del hombre y su historia es consecuencia de la concepción romántica de la razón como facultad infinita de comprensión de lo real. Las leyes que rigen el cambio histórico no son única ni determinadas. No se puede, pues, anular, la libertad humana y la impredicibilidad del futuro (al menos en parte). Y, es más, aunque existiesen esas leyes deterministas y últimas es imposible el conocimiento humano de las mismas, precisamente por el carácter limitado de la razón humana.
El devenir histórico no es el resultado necesario de la obediencia a unas leyes ciegas de la infraestructura económica; sino que está sujeto a la intervención directa del hombre en tanto que individuo irrepetible, racional y creador. Toda visión determinista de la historia es una visión sesgada de la misma, que hace hincapié en unos factores olvidando otros. En definitiva, un reduccionismo. Por ello, el marxismo es -en su versión científica- un reduccionismo económico. Se pretende reducir el quehacer humano en la historia al mero desenvolvimiento dialéctico de la economía que produce los enfrentamientos sucesivos de clases.
La crítica popperiana, de esta forma, se dirige al centro mismo de la teoría científica de Marx sobre la historia. De todas formas, ya desde los inicios del marxismo existió la contradicción en la misma teoría refiriéndose al papel que juegan los intelectuales (las ideas, en definitiva) en la revolución. Si intervienen los intelectuales, aunque sea solo para acelerar los dolores del parto, ya se dan, entonces, otros factores que no son los meramente económicos. Y, si no intervienen cómo es posible llegar a la conciencia de clase “oprimida” que hace posible el salto a la revolución. En verdad, lo que sucede es que intervienen más factores de los sospechados por Marx. Y esto implica que no es posible predecir ni el futuro próximo ni lejano del hombre. No se puede plantear ningún fin de la historia. Aquí coinciden, (en considerar un fin último de la historia) tanto Hegel como Marx. Bueno, podemos decir que es una constante de todo el romanticismo: el pensamiento utópico. Después en el siglo XX, tras la experiencias de las dos guerras mundiales aparecerán las utopías negativas. Esto es, el futuro del hombre como una catástrofe.[5] Estas consisten en una reflexión tras el desengaño de toda utopía basadas en la ciencia o en un modelo de estado perfecto.
Frente a todo ello, lo que propone Popper, como ya sabemos, es la sociedad abierta. Aquella en la que los sujetos son liberes. El modelo político que puede garantizar la sociedad abierta es la democracia. Ahí sí es posible la existencia de individuos libres. Pero, la democracia también corre serios peligros; y en este fin de siglo es tarea de todos los hombres ilustrados que creen en el individuo y la libertad del hombre como conquistas de la historia el desenmascarar los totalitarismos que se cuelan por las entretelas del sistema. Ánimo...
COMENTARIO DE TEXTO.
La primera página que tenemos que comentar es el prologo de la "contribución a la crítica de la economía política" de MARX y ENGELS. Con lo que nos encontramos aquí es con una declaración de principios en los que se establece el "materialismo histórico" Podemos destacar de aquí las siguientes tesis. En primer lugar el carácter materialista del desarrollo de la historia. No son las conciencias las que determinan el desarrollo social; sino las sociedades (infraestructura económicas) las que determinan el desarrollo de la sociedad. Por otro lado tenemos la noción de "revolución." La concepción de la historia de MARX es revolucionaria y discontinua. Ahora bien. Este proceso tiene una necesidad radical. Las cosas no ocurren por que sí; sino obedeciendo las leyes que determinan las historia. Éstas son las leyes de la dialéctica. LO que ha habido a lo largo de la historia es una serie de sistemas de producción que se han ido sustituyendo unos a otros por necesidad. Los cambios se producen a partir de los antagonismos que se generan en cualquier sistema productivo. Y estos proceden de los conflictos entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción
Los cambios de un sistema a otro tendrán lugar cuando la situación en la que emergen esos antagonismos (enfrentamientos dialécticos) es lo suficientemente madura. De aquí surgiría la concepción o la idea que del filósofo tiene MARX. La FILOSOFÍA tiene que ser praxis revolucionaria. Como sabemos esto lo enuncia MARX en su famosa tesis siete contra FEUERBACH. "Los filósofos hasta ahora lo que han hecho es interpretar el mundo; ahora lo que hay que hacer es transformarlo."
Seguidamente nos encontramos con el prólogo de ENGELS a la obra que venimos comentando. Hay, primeramente una exposición histórica sobre los orígenes de la idea del materialismo histórico. Después se exponen de forma simple y breve. LO interesante de esta exposición es las delimitaciones que se plantean aquí con respecto a otras ideas. Es interesante señalar que lo que vienen a decir MARX y ENGELS es que su concepción de la historia se reduce a la economía. La historia es la historia de la infraestructura económica; puesto que es ésta la que determina la superestructura o ideología. De esta forma se enfrentan a todos los idealistas. Entre ellos también se encuentran -y esto es importante- los socialistas utópicos que pretendían llevar a cabo la revolución a partir de los ideales franceses de "igualdad, fraternidad y libertad." Frente a todos ellos, la postura que presentan MARX y ENGELS es la del MATERIALISMO CIENTÍFICO. Consideran que su visión es la auténtica porque se basa en un análisis científico de la historia. Y lo que ellos pretenden haber descubierto son, precisamente, las leyes que rigen la historia. Y estas son las leyes de la economía que proceden de forma dialéctica. De esta forma, ellos no defienden la llegada de una sociedad utópica; sino que lo que dicen que hacen es predecir ese fin. como ya hemos comentado en la introducción al pensamiento de MARX; es aquí, donde quizás presenten más debilidades.
No es posible una predicción perfecta en ninguna ciencia; mucho menos en la historia. Así pues; los errores marxistas son, fundamentalmente EPISTEMOLÓGICOS. El determinismo no es científico. Es una idea que procede de la ciencia del XVIII (el mecanicismo materialista).[6]
El segundo epígrafe trata sobre el origen del método dialéctico. Se hace una críitca a los idealistas y se reconoce la deuda que se tiene con Hegel; pero no con sus seguidores. Elproblema de estoa es que no supieron qué hacer con lo mejor de la filosofía hegeliana: la concepción dialéctica de la historia. Y el problema de Hegel es que "puso las cosas patas arriba". Invirtió todo el sentido. El avance de MARX se sitúa en la aplicación del método dialéctico a la economía que constituye la base material de la historia.
[1]Por mi parte creo que hay una discontinuidad entre Kant y los idealistas que es crucial. Mientras que el primero pone límites a la filosofía (la razón pura), como un ilustrado característico, los idealistas desarrollan un concepto de razón infinita que excede todo aquello que el ilustrado había podido pensar. Es más, contra lo que luchó. Creo que son más herederos de la filosofía dogmática: Spinoza y Leibniz, sobre todo; y del pensamiento medieval: teología
[2]Como se ve esto es una auténtica contradicción con lo que dice Kant en la crítica de la razón pura. Uno de los atacantes más prestigiosos de los idealistas es Schopenhauer. Éste se considera “El mundo como voluntad y representación” el verdadero heredero de Kant. Por su puesto considera que los idealistas han seguido el camino contrario al propuesto por Kant. Es más, y participo plenamente de esta sugerencia, han seguido el camino opuesto al señalado por Kant. Han hecho metafísica, han caído en el idealismo, y, encima, en el absoluto. De todas formas todos los recorridos en filosofía tienen aspectos muy positivos. Precisamente de los análisis que hacen de la historia los idealistas procede gran parte de la herramienta filosófica de Marx.
[3]Algo parecido a los que mantienen hoy en día el fin de la historia a través del pensamiento único que bebe en estas aguas. Más bien lodazales. Son estas filosofías, y no la de Nietszche, aunque éste influyese estéticamente en Hitler, las que hicieron posible el fascismo alemán. La cultura alemana (república de Bismark) era el producto último y definitivo de la historia: imperialismo procedente del nacionalismo. Todas las demás culturas son pasos para la cultura superior, la historia misma las tiene que abolir. También esto ocurre con el marxismo. Precisamente son la cara y el envés de una misma moneda.
[4]Recomiendo las lecturas de ambos autores. Fundamentalmente las obras menores. Schopenhauer es el padre del pesimismo contemporáneo. Sus obras éticas son de gran interés: “Sobre las mujeres, el amor y la muerte”, “El arte de buen vivir.” En cuanto a Kierkegard hay que destacar: “El concepto de la angustia”, la obra paradigmática para el existencialismo del XX (corriente filosófica predominante después de la II guerra mundial) y, por supuesto,”Temor y temblor”. Texto eminentemente religioso donde analiza la actitud auténtica del hombre frente a Dios (temor y temblor), es un comentario del episodio bíblico en el que dios ordena a Abraham que mate a su hijo Isaac. La actitud del padre refleja la auténtica fe.
[5]En este sentido os recomiendo, para no aburriros este verano que leáis unas novelas, ya clásicas, sobre el tema. “Un mundo feliz” de Husley (el fin de la utopía científica). 1984 de Orwel (la utopía marxista. Del mismo autor “la granja de los animales.” También una reflexión sobre la utopía marxista.
[6] Se consideraba que la ciencia podía explicarlo todo de forma necesaria. La idea que se tenía de la Física es que con ella habíamos podido predecir y explicar todos los movimientos de los planetas. Todos los cuerpos del universo están sujetos a las mismas leyes necesarias. De esta forma se equiparó ciencia con determinismo. El propio desarrollo posterior de la física nos llevó directamente a la observación de que el determinismo estricto es un mito. Existen procesos en la naturaleza que son estrictamente probabilísticos. Por otro lado, tampoco es posible conocer todas las condiciones iniciales que determinan un estado futuro. Por ello, ni en las ciencias físicas, ni, por supuesto, en la historia podemos considerar que el desarrollo de las cosas sigue leyes estrictamente necesarias.
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