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Filosofía desde la trinchera

                                   23 de noviembre de 2009

 

            Increíble. Leo un artículo de un miembro de una asociación con intención de fomentar ideas llamada Solchaga & asociados y que pretende analizar cuáles han sido los errores de la izquierda de tal manera que ha hecho posible que la derecha, a pesar de la crisis, sigue ganando en Europa. La cosa está muy clara. La izquierda gobernante, lo que yo llamo la izquierda realmente existente es de derechas desde el punto de vista de la economía. Ello quiere decir, que en su momento abrazó el neoliberalismo y no pensó en ningún tipo de modelo alternativo. Las diferencias entre derecha e izquierda fueron meramente epidérmicas y anecdóticas. Y ahora se preguntan como pueden coger el carro del poder y volver a ganar elecciones frente a la derecha. Pero es que el problema es que ellos no cambian de paradigma, siguen siendo neoliberales, el futuro es incierto, los males están conjurados. Leo hoy que el polo norte se derretirá por primerevez en 25 millones de años. Y los políticos siguen con sus intrigas. Y Copenhague a la vuelta y sin compromisos. Nos tendremos que ir acostumbrando a la idea de que el hombre se ha exterminado parcialmente a sí mismo en muchas ocasiones. Lo peor de todo es el sentimiento afectivo que te une a tus hijos, los que heredarán lo que les dejemos. Somos absolutamente responsables. Hemos organizado un caos. Y lo peor de todo es que todo esto te hace perder la confianza en la racionalidad humana y te hunde en ideas conspirativas de la historia. Hay que resistir. Si admitimos esto, admitimos la irracionalidad y el todo vale.

 

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            Lo que faltaba. Llevo un año esperando las segundas jornadas organizadas por la casa de la cultura de Villafranca de los Barros, desde una entelequia política: el foro de debate Prisma, y me encuentro con un despilfarro de dinero público para hacer propaganda de la mala política educativa que en este país se ha venido practicando desde hace más de treinta años.

 

            Lo primero es lo del foro prisma. Menuda mentira y engaño. Dónde se ha visto un foro de debate donde no se debate nada, sólo se realiza una jornada al año; eso sí, acompañada de muy buen cine. Pero el debate no ha lugar, porque no hay discrepancia de ideas. El punto del que se parte es desde lo políticamente correcto y desde el pensamiento hegemónico que representa el poder. Cómo se puede tener el cinismo político de crear un foro de debate, cuando una serie de ciudadanos llevan reclamando un debate técnico y político con los poderes institucionales y estos se niegan a ello amparándose en el poder. Menuda frialdad. Nada, lo de El Leviatan de Hobbes: el estado es un monstruo gélido, sin ética.

 

            Y lo de la educación, pues para qué queremos más. Con la que está cayendo y van y nos traen a la consejera de educación, al rector de la universidad de Extremadura para defender Bolonia y a un psicopedagogo, que no conozco. Ojala me equivoque y éste sea el crítico. En fin, que la cosa no tiene remedio. Lo mejor sería, siguiendo al ensayo sobre la lucidez de Saramago que ningún profesor asistiese, o que asistiésemos una gran mayoría e hiciésemos un boicot a través de intervenciones que desenmascaren a los ponentes y que muestren a la ciudadanía el mal, el caos y la impostura en la que vive la educación.

 

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            Gran sorpresa ayer al leer en El País, a la defensora del lector, la que se ha formado con el artículo de Enrique Linch sobre el feminismo de la revancha. Hemos hecho aquí algunas reflexiones sobre este asunto; pero lo que me hace escribir estas líneas es que una gran cantidad de lectores sugerían al periódico que no se debía haber publicado este artículo que es considerado machista y políticamente incorrecto. La verdad es que los medios de comunicación construyen la realidad. Es imposible de hacer un análisis de las causas de los fenómenos porque entonces ya no se te entiende y, además, te acusan de lo que sea. El pensamiento hegemónico es el políticamente correcto y salir de él te lleva a ser declarado anatema. Eso de la libertad de expresión es un mito. No todo el mundo tiene la oportunidad de hablar y expresar sus opiniones. Además, los medios de comunicación tienen dueños. Y no sólo esto, sino que ya se encargan ellos, para no perder audiencia, de no salirse de lo consuetudinario, de la opinión vulgar. Lo malo de todo esto es que sin un pensamiento heterodoxo, crítico y radical es imposible el debate. Pero todo está atado y bien atado. La libertad de expresión es parte de la neolengua que utiliza el poder para engañar a una dócil ciudadanía.

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