Porque fue mi maestro quien me enseñó no solamente cuan poco sabía, sino también que cualquiera que fuese el tipo de sabiduría a la que yo pudiese aspirar jamás, no podría consistir en otra cosa que en percatarme más plenamente de la infinitud de mi ignorancia.
Karl Popper, Búsqueda sin término
Qué suerte tuvo Popper y toda la Viena del primer tercio del siglo XX de contar con maestros como éste. Los convirtió a todos ellos en auténticos maestros. De la Viena de final del XIX y el primer tercio del XX surgen la mayoría de los científicos, filósofos, artistas, literatos y músicos contemporáneos. Para certificar esto que digo sólo hay que echar un vistazo a la obra de Toulmin “La Viena de Wittgenstein” Lo bueno de todo esto es que toda esa matriz cultural no contó para nada con las nuevas técnicas de la pedagogía y de la comunicación que nos prometen el cielo en la tierra y que borran de nuestra memoria el pasado. Como si la educación no hubiese existido sin los pedagogos y sin Internet.
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