Todo es confuso. Como lo de Japón. Realmente el relativismo se ha hecho carne. Los medios cuentan una verdad, el poder otra parecida, las redes sociales algo totalmente distinto. Todos pueden hacer un montaje. En definitiva lo que interesaba al poder es el relativismo para que todo se pueda defender y nada se puede creer. El poder está venciendo. Las redes sociales se proclamaban como el acceso a la libertad, pero producen mayor confusión, porque pueden ser también un montaje, teledirigidas. Y, por su propia naturaleza, son un caos. La información es horizontal en la red, o en red, no hay forma de ir a las fuentes para verificar. Por eso las nuevas tecnologías han aumentado la información pero han disminuido el conocimiento y la veracidad. Eso sin contar con la función de entretenimiento que juegan. Un pan y circo tremendamente sofisticado. Matrix o la Caverna de Platón.
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