Miguel, excelente reflexión y bella prosa como siempre. Sé que mi artículo y lo que digo levanta ampollas en los lectores de literatura, sobre todo los de buena literatura, cómo no. Pero lo que sucede es que hay como un mito en torno a la literatura. El primero, que enseña. Yo digo que sí, pero a la sensibilidad. (No hubiese sido posible la formulación de los derechos humanos si a través de la literatura no se hubiese creado el clima de empatía que nos acerca al dolor del otro. Y esto lo hizo la novela. Es una de las hipótesis más actuales sobre porqué consideramos evidentes y naturales los derechos humanos, cuando en realidad son una construcción que es accesible por nuestra capacidad de empatizar (sensibilidad) con el otro. Y otra que la lectura es imprescindible (la mayor parte de mi vida la he pasado leyendo), pues tampoco. ¿Hay más sabiduría en Tolstoi, autor atormentado, que nos ha enseñado y deleitado tanto, que en un hombre normal, honesto y con un buen equilibrio afectivo que no lee y tiene otras aficiones. O con un hombre del paleolítico, algunas tribus quedan en el Amazonas? Tanto la escritura como la lectura son inventos culturales que nos han transformado. Incluso era distinto la escritura que no tenía signos ortográficos al momento en el que se inventa la grafía, cambia hasta el cerebro. O el paso de leer en voz alta a leer para sí mismo. O lo que está ocurriendo hoy en día con la lectura en Internet y especialmente con las redes sociales, cambian realmente las redes neuronales de nuestro cerebro. Nuestros jóvenes, irremediablemente, no pensaran como nosotros. Y hay un aspecto que creo que ha pasado desapercibido porque no he hecho hincapié, pero es el que realmente defiendo, leemos, como hacemos cualquier cosa, por dar un sentido a nuestra existencia mientras aseguramos nuestra pervivencia a través de nuestros genes. La cultura es nuestro entretenimiento, nuestra religión. Bueno, la religión pertenece a la cultura. La cultura es lo contingente, por eso es plural y diversa, la biología necesaria. La cultura es el instrumento que nuestros genes han inventado para poder seguir viviendo. Éste es uno de los aspectos de mi tesis naturalista nihilista y que desarrollé en “Pensamientos contra el poder”. Un saludo y a seguir deleitándose con todo texto que merezca la pena.
0 comentarios