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Filosofía desde la trinchera

El nuevo mito. También se rentabilizaba con las señales de humo de los indios cuando avisaban de un pelotón de la caballería. Rentabilizaban en vidas. ¡Qué lenguaje más feo y hostil a la inteligencia y la sensibilidad estamos creando! Yo tengo que “programar” ahora las “competencias básicas”, no los conocimientos ni los objetivos ni la metodología. El lenguaje mercantil-económico de esta nueva religión y pseudociencia lo inunda todo. Me da alergia, tanta, que ni puedo mirar los títulos de los curso de “formación del profesorado” que yo siempre he creído que era aprender más de tu disciplina. En fin…adoctrinados, adocenados, esclavizados y, encima, contentos y agradecidos. Disculpa todo esto pero hay que permanecer hipercríticos para que los otros sean, si pueden, críticos. Ala, y ahora a hacer el taller, o master, presencial, semipresencial on-line...el caso es formar una piedra más en el muro. Un saludo.

No importa, si es la realidad que se nos ha ofrecido. Y esa realidad viene mediatizada por el lenguaje. Lo que pasa es que yo soy un outsider y vivo esta realidad como una escisión. La gente vive dentro perfectamente domesticada, pero es la forma de sobrevivir que tienen, se han adaptado, que es el objetivo fundamental de la educación, la adaptabilidad, la funcionabilidad…y han perdido la conciencia de ello. Jaja, pero si quieres lo borras para no molestar a tu amigo, que no es mi intención.

Claro, señor Alfonso, y con mi trabajo y mis recortes. Y mis cursos de formación que no son más que de ideologización y por ello no los hago. Pero si no los haces no cobras los famosos sexenios . ¿Soy coherente? En cuanto a lo de fb. Pues nada, ya lo he dicho muchas veces, como cualquier tecnología no es más que una amplificación de nuestras capacidades; y la estupidez es la más abundante, no lo digo por su comentario, sino por lo que se ve en la red. En cuanto a los blogs, pues el noventa por ciento son basura intelectual y artística. Implementación de la condición humana. En fin, que, por supuesto, cómo negarlo, soy una piedra más en el muro, pero que por suerte ha hecho tomar conciencia a muchas otras de que lo son y muchas de ellas apedrean ahora el muro.
Estimado Ricardo, no me molesta, para nada, ni su curso, ni su título. Lo que ocurre es que el lenguaje crea realidad, no como usted dice. O más bien transforma. Y el lenguaje que usted utiliza, que es, por lo demás el común, es un lenguaje que proviene de una nueva religión basada en una pseudociencia que es la economía neoliberal. Es decir, que su lenguaje tiene una fuerte carga ideológica que es la que ha creado el propio neoliberalismo. Yo sólo he hecho un análisis fenoménico y sarcástico. Esta mañana he echado un vistazo a los cursos on-line de formación de profesores y eran todos por el estilo, sólo que terminaban con la coletilla…aplicado a la pedagogía de no sé qué. Por lo demás es un placer conocerles a ustedes y tener a una excelente amiga en común. Un cordial saludo.

Gracias señor Ricardo por su invitación. Le aseguro que no me vendría nada mal, pero puedo prescindir. Otras tareas, para mí, más urgentes, que no importantes, me llaman. Sobre mi mesa de despacho tenía para esta tarde, aunque la interesante conversación me ha trastocado un poco el orden, un libro a punto de terminar sobre “La mirada republicana”, otro, que es un compendio del pensamiento sobre “la desobediencia civil” y su puesta en acción desde el siglo XIX hasta ahora. Y “Le monde Diplomatique” que me acaba de llegar, puntualmente, como cada mes. Se lo agradezco de verdad pero mi trabajo más prosaico me desborda, la semana pasada publiqué mi último libro “Ágora” y tengo otro entre manos sobre religión; por cierto la adoración de las TICs es lo que podemos llamar el digitalismo como fenómeno religioso, o, al menos, ideológico, su sustrato es el mito cristiano de la nueva ciudad de dios…pero no me extiendo en ello.

Señor Alfonso, lo noto a usted un poco enfadado o indignado. Mi comentario no era más que un sarcasmo, una mordedura del perro para despertar conciencias, o una picadura del tábano, una ironía. Pero usted no ha captado ni la ironía ni el sarcasmo. No hay que tomarse las cosas tan a pecho. Y no he cometido ninguna contradicción ni con lo de fb, y gracias por la lección que a este viejo le das, pero ya sabía algo de ello y sobre lo cual he varios artículos, ni con lo de outsider. Con esto lo que ha ocurrido es que no se admiten las cursivas y se me pasó poner comillas porque al utilizar el término precisamente lo que quería era ironizar. Por eso le digo que no ha captado ni la ironía ni los sarcasmos, pretendo decir mucho más de lo que digo.

En cuanto a lo de fb. y que uno paga y por tanto contribuye al sistema, pues claro, nada es gratis en un mundo en el que ha triunfado el tardocapitalismo salvaje en el que todo tiene precio y el mundo se ha vuelto plano, unidimensional y sólo existe el mercado. Cómo voy a ignorar eso. Ahora bien, hay una forma de lucha que podemos llamar el quintacolumnismo. En esencia se trata de una quinta columna de resistencia que se infiltra en las filas del enemigo y utiliza multitud de armas, la ironía, el sarcasco, las fábulas, la información oculta desde los grandes medios de desinformación, la polémica, la controversia, el debate, la comunicación de conocimientos interdisciplinares y todo ello con la intención de despertar la conciencia de los individuos, pero algo también que va más allá, despertar la conciencia de un sujeto colectivo. Y nada mejor que la red para ello, puesto que de la red puede emerger un sujeto colectivo. En fin, que si tengo que explicar esto es que, como me temo, es todo un fracaso. Porque eso es otra cosa a la que se da lugar con el diálogo en la red, a las susceptibilidades.

Pero hay otro mal, no pienso que el fin de las redes sociales sea el control del pensamiento. No fue éste el fin con el que aparecen. Además, no creo en las teorías conspiratorias de la historia, soy un racionalista crítico. Ahora bien, lo que sí ha ocurrido es que, a mi modo de ver, el devenir de las redes sociales las ha convertido, no por el hecho de pagar, que es algo obvio, en mecanismos de control del pensamiento. No sólo las redes sociales, sino internet en su conjunto. Pero limitándonos a las redes sociales lo que podemos decir es que se han convertido en mero divertimento (pan y circo en el dicho romano) y, por otro lado, como siempre, el aspecto religioso. Sirven de desahogo de la conciencia cada vez que uno le da a un me gusta de un tema que tenga que ver con una supuesta justicia social. Y esto último  es un peligro, porque el papel que juega ese me gusta es como el padre Nuestro que te mandaba el cura tras la confesión. Es decir, que nos confesamos cada vez que navegamos por la red y lavamos nuestra conciencia. Y, de esta forma, nos encontramos como en el catolicismo, sin capacidad de actuar, la confesión que inventó la iglesia católica fue el mejor mecanismo de control de las conciencias, primero porque se sabía que pensaba y hacia la población, eso se sabe hoy en día también según lo que uno ponga en su muro y cómo participa en el muro de los demás; y, en segundo lugar, uno al cumplir con la penitencia, siempre leve: arrepentimiento y rezar, pues ya está listo. Ahora le das a un me gusta y a veces compartes y te sientes el hombre más justo y solidario del mundo. O al menos un hombre bueno. Pero, ¿qué conlleva esto? La inacción. Es decir, que el control se hace completo. Es un asentimiento ante el mundo injusto que se nos ofrece como el valle de lágrimas que hemos de soportar…sólo tenemos que esperar; la redención vendrá por parte del sistema, sólo hay que adaptarse. Y ese proceso de adaptación de los hombres y su pensamiento al pensamiento establecido se ha hecho inconsciente. Los vasallos estaban perfectamente adaptados y no pensaron nunca que otro mundo era posible, pero lo era y lo fue. Hoy vivimos una situación semejante y el poder utiliza todas las armas a su alcance para dominarnos. Y hoy dominarnos es dominar nuestras conciencias, como siempre, pero sin violencia física, al revés, con entretenimiento. Así que, señor Alfonso, yo en la red no he hecho otra cosa que lo que Sócrates hacía en el ágora, utilizar la ironía, para enseñar o Diógenes el perro, el sarcasmo e incluso el insulto sutil para espabilar. Exagerar el tono para que los demás den la nota justa. Y si me lo permite, pues sí me considero fuera del rebaño, mi biografía lo muestra claramente aunque usted no la conozca. De todas maneras le diré que salir del rebaño no es fácil requiere valor y esfuerzo. Lo fácil es pensar por otro y lo menos peligrosos es obedecer. Y esto ya nos lo dijo Kant hace doscientos cincuenta años. Y hace más de trescientos La Boêtie escribió un libro que se llamaba “la servidumbre humana voluntaria” en el que demuestra que el hombre prefiere voluntariamente la servidumbre a la libertad. La libertad es el bien más preciado, decía Don quijote a Sancho, más que las riquezas, el honor, la fama…pero el caso, y esto lo añado yo, es que el hombre vende su libertad por un plato de lentejas. De nuevo un saludo cordial para ustedes.

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