Después de la conquista y destrucción de las Indias, cinco siglos más tarde, la iglesia –la gran Babilonia- sigue su plan de exterminio sutil. Es un espectáculo lamentable cómo pretenden imponer su moral particular como moral universal. Ha sido siempre su afán, que comenzó con la conquista y conversión “forzosa” de Roma y sigue hasta la actualidad. Y, sobre todo, en los países que se saltaron la Ilustración y los que no tuvieron una reforma, al contrario, los hijos de la contrareforma que se inicia en España.
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