Blogia
Filosofía desde la trinchera

¿De dónde viene el dolor?, del deseo. De lo que se trata es de suprimir los deseos. Los estoicos son pesimistas, piensan que no hay una felicidad positiva. Lo que sí hay es una ausencia de sufrimiento y eso se consigue con el dominio de los deseos o pasiones. Pero no se trata de un forcejeo con ellas, sino de anularlas. Y eso es la apatía. Algo muy similar al budismo. Claro, estos dicen que para eso es necesario anular al yo. Para mi gusto prefiero a los epicúreos. El placer es el origen de la felicidad, ahora bien, sólo la medida del placer da la felicidad. Y en eso consiste la virtud, la prudencia, en un cálculo mesurado de los placeres. Experimentamos más placer teniendo hambre con un pedazo de pan y de queso, es un decir, que con una gran comilona estando saciados y acostumbrados. El problema es cómo conseguimos esa mesura. Con el ejercicio de la prudencia que nos lleva a la austeridad. Pero esto que te comento es sólo una parte de la ética de los estoicos y los epicúreos. Hay mucho más. ¿Cómo dominar las pasiones y los vicios morales?, porque siempre pensamos en los carnales, es la educación cristiana que hemos tenido todos. Y, por último, cuál es la imagen del mundo que es más acorde con una vida feliz. Y, para terminar, la filosofía estoica y epicúrea son perennes, sirven perfectamente para nuestros días.

0 comentarios