"Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura si no justicia"...
Es la cordura de Don Quijote. Hoy se les enseña en los institutos y universidades que hay que adaptarse al mundo, por muy injusto que nos parezca. Y es el discurso hegemónico, todos lo admiten y lo consideran como inevitable. Hasta que no recuperemos la idea de que somos nosotros los que debemos cambiar el mundo y no el mundo a nosotros seguiremos siendo esclavos. Marionetas en manos de unos cuantos poderosos.
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