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Filosofía desde la trinchera

“Viktor Frankl sobrevivió a cuatro campos de exterminio, incluido Auschwitz, donde pereció asesinada toda su familia. De aquella experiencia atroz extrajo una enseñanza que luego formulaba: “quien tiene un por qué vivir, encuentra siempre un cómo.”

En la posguerra retoma su trabajo como psicoterapeuta. Cuando uno de sus pacientes le dice que se encuentra deprimido, Frankl replica, completamente en serio: ¿y por qué no se suicida usted?

Típicamente su interlocutor responde que no lo hace porque ama a alguien o a algo (quizás en la forma de que desea llevar a cabo un proyecto). Entonces Frankl le recomienda poner toda su energía –toda la fuerza de Eros- en cultivar ese vínculo, cuidar a esa persona…, o crear las condiciones para la materialización de ese proyecto.” De Jorge Riechmann, “Ahí es nada. Nuevos ensayos sobre el mundo y la poesía.” Colección Gallo Negro.

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