Efectivamente, es la misma idea. Y, además es la idea que han barajado las religiones, los estoicos, Schopenhauer, Cioran, Pascal… y cientos de sabios. En definitiva, somos infelices por aquello que hemos creído siempre que nos hace más perfecto. Quizás somos un experimento fallido de la evolución. Sólo hay que darse cuenta que estamos causando, nosotros solitos, la mayor extinción de seres vivos de la ecosfera y toda su historia. Es la sexta extinción. Y lo hacemos alegros y contentos, en nombre del progreso. Y queremos solucionarlo con más tecnociencia y más crecimiento económico. Simplemente estamos locos, deliramos. Una megalomanía. Claro, nuestro cerebro ha ido creciendo chapuceramente sobre un cerebro reptiliano. Las emociones de un reptil con la razón humana. Pues una bomba. Todas las especies de homínidos han desaparecido, la nuestra también lo hará. Pero se llevará por delante al 80% de la ecosfera. Somos como un cáncer o un virus para la biosfera. Pero que no terminará con ella.
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