Claro, pero es que la sociedad en la que vivimos tiene al hombre alienado. Porque el revulsivo lo tenemos delante de nuestras narices. Pero hace décadas. Desde la crisis lo que ha hecho es agudizarse y hacerse más patente y desvergonzado. El hombre actual vive en el opio del posmodernismo y el tardocapitalismo. Una nueva religión.
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