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Filosofía desde la trinchera

Sanación

EXPERIENCIA TRANSPERSONAL.

Sanación.

“El dolor es inevitable pero el sufrimiento se puede superar.”

Néor

 

La confusión entre ideas, creencias y opiniones es una forma de eliminar el poder del discurso. Es el inicio del relativismo epistemológico. Pero este relativismo nos lleva también al relativismo ético y político. Al final, el inicio de la equivalencia de las opiniones en nombre del respeto a éstas, lo cual es un tremendo engaño, porque lo respetable son las personas, no las ideas, ni creencias, ni opiniones; es el inicio de la tiranía y el totalitarismo. El inicio del poder del más fuerte a la hora defender sus opiniones, ideas o creencias. En las creencias se está; por tanto, a menos que se hagan conscientes y uno las asuma tras un análisis, es esclavo de ellas. Las opiniones son ideas particulares, sin fundamentación racional o empírica. También son nuestras tiranas, porque nos va la vida en su defensa. Las ideas, por el contrario, se tienen, porque son fruto del análisis, el estudio, la experiencia, la constatación, pero, aún así, no son, para nada, definitivas, son conjeturas, hipótesis, con una validez parcial. No somos esclavos de ellas, las tenemos, pero si encontramos errores y otra idea mejor, la eliminamos, o la integramos en otra idea mayor.

En este sentido, podemos decir que nos enferman las ideas que proceden de la sociedad. La sociedad la mantenemos después nosotros, con nuestro consentimiento. La cuestión es que no somos lo suficientemente valientes como para criticar estas ideas y buscar otras. Preferimos la comodidad y la pereza, o zona de confort, que dicen ahora los psicólogos. Pero es indispensable la sanación de uno mismo para sanar la sociedad y a la inversa. Hacer lo uno es hacer lo otro, siempre y cuando lo que se pretenda es la autotransformación, o la transformación social sin ningún tipo de apego. Es decir, de forma desinteresada.

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