Totalmente de acuerdo contigo, Francisco Javier. De todas formas no creo que la cosa se haga desde el absurdo y el sinsentido. Ésta es la situación en la que estamos, pero la mayoría no se da cuenta. Creo que la política educativa tiene un fin claro: controlar, adoctrinar y aborregar. Una de las formas que se ha elegido para la transmisión del pensamiento único del poder es la dispersión. Divide y vencerás, por un lado, por otro, la del individualismo. Y, por supuesto, se compra a los profesores con los sexenios. Auténticas armas de adoctrinamiento por un plato de lentejas. También es muy cierto el asunto de que el lenguaje sea el de los libros sagrados. La logse-Loe, es una teoría irrefutable porque es pseudociencia. Es autoreferente, si no funciona es porque el profesor lo está haciendo mal, o el ambiente socio-familiar no es adecuado. La LOE tiene respuesta para todo, es como la astrología, general e imprecisa. No podemos encontrar un enunciado empírico protocolario, de predicción científica, que pueda ser falsado. Sus enunciados son totalizadores, generalizaciones inductivas recubiertos de una jerga pseudocientífica para enmascarar la ignorancia. La Logse-Loe no es una teoría, es una creencia. Por eso lo único que se puede hacer es una enmienda a la totalidad. Lo que sucede, como se ha dicho ya aquí, es que no es sólo la ley de educación. Es un mal social. Hay causas y efectos que se retroalimentan los unos a los otros.
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