Empresa o control ideológico. Sobre la autoridad de los directores de los centros de secundaria.
Los directores ganan autoridad para sancionar a los profesores · ELPAÍS.com
Las dos cosas. Y además las dos alienan. Pero ése no es el tema ahora, creo. Ya sabemos que todo sistema educativo es un sistema de control y de ideologización. No hay más que remontarse a Platón. Y el gran desenmascarador de todo esto fue Nietzsche y luego Foucoult. Lo que pasa ahora, y es lo nuevo, es que esa ideologización se hace desde los supuestos valores de la calidad educativa que han sido socavados por el poder de los partidos, por la LOGSE-LOE. Por otro lado, se atenta directamente contra el estado, es decir, contra la ciudadanía. Una república constitucional y libre, algo a lo que debemos aspirar, no esta pseudodemocracia, debe defender un funcionariado fuerte, con conciencia pública. Es decir, personas que se dedican, sin afán de lucro: médicos, profesores, jueces, fuerzas de seguridad…a mantener la integridad y virtud del estado. Si atacamos a los funcionarios desintegramos la república. Y eso es algo que a la ideología neoliberal le interesa, porque al neoliberalismo sólo le interesa un estado mínimo, reducido prácticamente a la seguridad y a proclamar leyes que protejan al gran capital. Leyes y convenios que, por cierto, exceden hoy en día a los estados, se realizan entre las grandes multinacionales y el capital financiero. De ahí las contradicciones de la globalización. Por eso no se debe permitir el ataque a los funcionarios, somos servidores públicos con una tremenda responsabilidad (cada uno en nuestro puesto representamos al estado y sus valores constitucionales: libertad, igualdad…y debemos ejercer la ejemplaridad pública) y que ejercemos por vocación, en la mayoría de los casos. Por último, la ideología que se nos vierte desde el gobierno es el neoliberalismo y el posmodernismo. La enseñanza es concebida como un sistema de adaptación a la sociedad hipercapitalista en continuo cambio. El alumno es una mercancía en manos del poder político y económico. Por el contrario, la educación y su universalidad, y ése es su origen ilustrado, debe servir para garantizar la libertad y la autonomía de los individuos. Y ello implica, no la capacidad de adaptación, valor supremo en el Plan Bolonia, sino la de transformación. Estas contradicciones que vemos y que debemos desenmascarar son fruto del pensamiento posmoderno que lo impregna todo. Y, para terminar, una sugerencia. Tengo una idea sobre la que tengo que reflexionar y es la siguiente. En el helenismo fructificaron los sistemas sincréticos que intentaban aunar y superar con una síntesis que diese lugar a una idea general del mundo de la que se desprendiese una visión de la naturaleza, del hombre, de la sociedad, de lo político y lo ético, de lo espiritual… de todos ellos el sincretismo triunfante en el siglo IV fue el cristianismo, que aún es vigente, aunque no hegemónico, aunque tal hegemonía duró siglos de pensamiento único, autoreferente y cerrado. Creo que hoy estamos asistiendo, y esta es mi idea, a un pensamiento único que aúna varias cosas: la economía neoliberal (un credo de economistas y máximos representantes del poder económico.) Una filosofía, el posmodernismo y su aliado el relativismo que nos llevan al nihilismo de la conciencia y su vacío, de tal forma que el ciudadano es convertido en instrumento fácilmente. Una política, la democracia liberal como el sumum del orden social establecido. Una idea de progreso, acrítica, basada fundamentalmente en la tecnociecia y su éxito. Idea de progreso que en definitiva no es más que un mito y un autoengaño. En fin, todo ello, y algunas cosas más están configurando un sincretismo del que está emergiendo, desde hace varias décadas, no es algo nuevo, una cosmovisión, un pensamiento único, en definitiva una religión que puede convertirse en el pensamiento hegemónico durante décadas. Pensamiento que justificará el exterminio de gran parte de la humanidad. En fin, yo lanzo la idea…
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