Veo el universo en un grano de arena,
y un paraíso en una flor salvaje,
tener el infinito en la palma de la mano;
y la eternidad es una hora.
W. Blake.
Ver en un átomo,
y en cada átomo,
la totalidad de los mundos,
así es lo inconcebible.
Sutra de Buda.
La sabiduría del arte occidental y la de la religión oriental. Una coincidencia. Y no curiosa. Toda la sabiduría es universal. Y si esto lo adobamos de un poco de ciencia: teoría de la relatividad y, sobre todo, mecánica cuántica: el experimento de la doble rendija y la no localidad demostrada por las ecuaciones de Bell y los experimentos de Aspect, entonces nos encontramos con un universo cuasimágico, hiperconectado en el que cada parte contiene al todo y el todo es cada una de las partes. Sabiduría de Spinoza, también. Todo esto reconforta. La primera mitad de mis estudios filosóficos la dedique a la física y a la biología, vivía en un mundo confortable, el mundo de las ideas. Ahora, en la segunda mitad, ando enfangado en la ética y la filosofía política. Me pregunto si algo de aquello podría aportar un poco de luz al mundo humano…habrá que seguir en la brecha. De todas formas no llegamos ni a un suspiro en el gran tiempo cósmico, eso si es que existe el tiempo. Quizás sólo exista la eternidad y todo lo demás no sea más que apariencia.
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