La ambición del neoliberalismo no conoce límites. Lo de la maternidad extendida no es más que una de las miles de barbaridades que el sistema neoliberal y su credo cometen contra el ser humano, empezando por el trabajo infantil y el nuevo esclavismo y terminando por los cientos de miles de muertos que el sistema produce como “daño colateral”. Mientras en la clase media se ha introducido el credo del consumo sin el cual la maquinaria del capital no funcionaría. Y aquí todos contentos. Aquí paz y después gloria. Ya sabemos que en las creencias se está y son incuestionables. Pues eso.
“Pero la cuestión tiene más enjundia de la que parece. Es una expresión de los cambios que el neoliberalismo económico está introduciendo en el modelo de relaciones sociales, y que dan lugar a lo que el filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han define como la sociedad del rendimiento. Como el modelo tradicional de relaciones laborales —sujetas a normas disciplinarias, con jornada laboral y condiciones de trabajo pactadas— no permitía aumentar la productividad, el sistema ha inventado un nuevo modelo en el que es el propio individuo el que fija sus objetivos. Y lo hace en un entorno cultural de máxima competitividad en el que siempre puede hacer algo más para triunfar. El sujeto de rendimiento interioriza de tal modo el sistema de autoexplotación que, como Prometeo, acaba encadenado a una rueda que le hace responsable único de su éxito o su fracaso.”
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