Blogia
Filosofía desde la trinchera

"Hay que tener en cuenta, de cara a los padres, que el colectivo de dicentes tiene un puesto de trabajo asegurado y, sin embargo, los padres se están enfrentando a unas tasas de desempleo muy elevadas y dificultades económicas importantes", ha aseverado la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio. Declaraciones a Europa Press.


¡Serán hijos de puta! Esto es una auténtica vergüenza. Aguantarlo es ser cornudo y apaleado. Este gobierno criminaliza cualquier protesta, no ha analizado ni una sola de sus leyes ni de sus decretos es inmensamente prepotente. Es estrictamente autoritario, manipulador y mafioso. No se lo podemos permitir. Se han cargado la sanidad, la educación, la justicia…y encima los responsables somos nosotros. Ha aumentado el paro y los responsables somos los profesores que nos ponemos en huelga por los hijos de los trabajadores y por las clases más desfavorecidas. Han perdido el norte. Se están escaceando del caso Bárcenas que es la mayor vergüenza de la democracia. Insultan a los españoles a la cara impunemente, como aquel que tiene derecho de pernada. Este ministro en concreto, un tertuliano, un opinador, ha elevado su opinión particular (no olvidemos que las opiniones son como el culo, cada cual tiene la suya) a rango de ley general de educación. Qué poca vergüenza, qué desfachatez, o, mejor, fachatez. Porque eso es lo que son todos los de este gobierno, mentirosos, meapilas y fachas. No debemos soportar ni un solo insulto más. Estos deben ir a la calle, ya. Su juego es enfrentar a la ciudadanía e irse de risitas. Son unos cobardes amparados en una mayoría absoluta que utilizan como poder omnímodo. 

                                               ---o---

Las protestas contra la LOMCE deben radicalizarse, que no tiene nada que ver con la violencia, sino con una postura de fuerza, encierros, desobediencia civil, huelgas de hambre o ayunos. Porque lo que sucede es que además de mentir con los datos, de intentar dividir a los ciudadanos enfrentando a los padres con los profesores, siendo precisamente los profesores los que velan por los alumnos y por su máximo bien, la educación y la enseñanza, estos señores no nos hacen ni caso. No nos van a escuchar, nos van a ningunear. Hablan de diálogo, pero es la ley educativa con menos consenso y en absoluto sin diálogo. No han escuchado ni al Consejo de Estado. Lo único que han escuchado son las enmiendas a errores en la redacción. Una ley que salió hecha desde un principio, desde la cabeza del señor Wert. Una transcripción de su opinión tertuliana, algo particular y sin validez cognitiva, transformada en ley con validez universal. Estas son las consecuencias del relativismo y el posmodernismo. Si todas las opiniones son iguales, la válida es la del más fuerte. En definitiva, nuestra lucha o es desde la radicalidad, trascendiendo a los sindicatos o no tenemos ninguna alternativa. Tomemos ejemplo de la sanidad madrileña, ganen o pierdan, llevan un año de luchas y, en parte van ganando, los tribunales han declarado, de momento inconstitucional ciertas privatizaciones. La LOMCE también tiene sus inconstitucionalidades.

                                               ---o---

La recuperación, y no por ser un pájaro de mal agüero, es apariencia. Podrá haber recuperación y de nuevo crecimiento. Pero el sistema capitalista se ha agotado y habría que aprovechar para iniciar un nuevo modelo (el cambio de paradigma), el del decrecimiento y el ecosocialismo. Pensar que el crecimiento es ilimitado en un planeta limitado es una estupidez y, como decía un economista que ahora no recuerdo, “quien mantenga esto o es idiota o un economista.”

                                               ---o---

El problema es que la fraternidad de la Ilustración nunca se desarrolló. Hay un libro de Antonio Domenec sobre la fraternidad que es buenísimo, no recuerdo exactamente el título.

Y, lo que ha ocurrido en las postrimerías del XX y los inicios del XXI es la alianza entre el capitalismo salvaje y su gran triunfo, hasta la crisis, y la filosofía posmoderna. Ello ha hecho de los ciudadanos, islas, idiotas en el sentido griego, sólo se preocupan por su bien particular sin ser capaz de entender que su bien depende del bien común. Son, en palabras de Ortega, señoritos satisfechos, niños mimados, perezosos y egoístas. Mira, el otro día en una CCP, el director estaba hablando de las nuevas normativas y, en espacial, la que afectaba a la dirección, una evaluación externa y tal…Bueno, pues la gente, ni caso, con la trascendencia para el funcionamiento de los centros y de la educación que tenía todo lo que decía. Sólo miraban el calendario para ver qué fechas se podían cambiar para planificarse sus puentes y salidas. Lo siento Esteban, pero hace ya tiempo que me da asco ir al instituto (y estas reuniones las detesto. Son asépticos, no existe la política, cuando la educación es eminentemente política, formar ciudadanos) y más en un centro en el que la mitad del profesorado es de ciclos formativos, que, lo siento, estos no tienen nada que ver con la enseñanza clásica, por muy loable que sea su labor y muy bien que lo hagan, no deben estar en los centros de secundaria, los intereses de un matemático y un maestro de chapa y pintura son muy distintos. Los fines educativos de uno y de otro son absolutamente dispares.

                                               ---o---

Es interesante tu idea. Pero son otras muchas cosas las que fallan para que la huelga falle y sea sólo simbólica y lugar de reunión. Es el cambio social que ha habido que ha aunado al capitalismo salvaje y el posmodernismo creando unas nuevas categorías antropológicas y éticas. Por ello, lo que sucede es que simplemente, no es que la huelga ya no sirva, sino que prácticamente no las hay. ¡Cuidado!, no identifiques las huelgas con las de la enseñanza. Éstas, en su momento pueden ser brutales y unidas a los obreros poner a un país en jaque, como en París 68 y en muchos lugares de Latinoamérica o ser, como dice Wert, que estuvo en el mayo francés y sabe de lo que habla, fiestas de cumpleaños. Y, efectivamente, eso es lo que han sido las huelgas en la enseñanza. Fiestas de cumpleaños, y eso, los que han participado. Salvo honrosas rescepciones, como Baleares y la comunidad valenciana. Ahí si le han puesto las cosas difíciles al poder. De modo que las huelgas siguen teniendo sentido. El que ha perdido el sentido es el hombre posmoderno que no tiene relatos a los que asirse. Por otro lado, una huelga, por ejemplo, y ocurrió hace unos tres años en el sector del transporte, puso en jaque al gobierno que no tuvo más remedio que ceder. Además, la ciudadanía, viendo que los supermercados y demás tiendas de primeros consumos se quedaban sin existencias empezó a tomar conciencia de la fuerza de la protesta, del sentido de la huelga y presionó al poder. Como digo, lo que ha sucedido es que estamos viviendo bajo un mito, el del neoliberalismo, con su pensamiento políticamente correcto de fondo, que no es más que el posmodernismo que ha domesticado y esclavizado a la ciudadanía. Pero la huelga, los encierros, cortes de carreteras, desobediencia civil es lo que tenemos. Lo que nos falta es conciencia de que lo tenemos. Y, otra cosa, como toda creencia, el sistema en el que vivimos nos ha culpabilizado y eso, en el caldo de cultivo del cristianismo, que es en el que vivimos, pues hace mella, surge rápidamente el sentimiento de culpabilidad y la resignación y se instala la necesidad de que todos arrimemos el hombro, de que lo que se está haciendo es necesario. Y así lo confirma la intención de voto. El PP sigue con mayoría, si bien simple. Creo que tu discurso es correcto y es, digamos, una fenomenología de la situación, pero como praxis política va en la dirección contraria. De lo que se trata es de crear conciencia y ello consiste en desenmascarar el gran engaño, el conjunto de mitos en los que vive la población y eso los haría despertar. De lo contrario lo que nos queda es la barbarie. Una nueva Edad Media a la que nos dirigimos con las tecnologías individualizantes, hedonistas y alienantes. Todos iguales, divertidos y sonrientes. Qué mejor escenario para una utopía negativa.

                                               ---o---

El hombre posmoderno vive mirándose su ombligo y creyendo que no hay una historia detrás de solidaridad, sacrificio y muerte para que él tenga lo que tiene y que le están arrebatando. Inconsciente, hedonista, egoísta y sumiso.

                                               ---o---

Estoy totalmente de acuerdo con lo que mantiene el editorial. Pero me temo que El País pensaría de otra manera si la postura hubiese sido la del PSOE. Además, recordemos que el PSOE pudo eliminar en su momento esta ley y que no ha sido nada claro, sobre todo en sus primeras declaraciones, tras la sentencia del tribunal de los derechos humanos de Estrasburgo. Parece que iba definiendo su posición a la zaga de lo que iba haciendo el PP. Bipartidismo, ausencia de democracia. Por otro lado es muy lamentable la actitud de las asociaciones de víctimas del terrorismo que retroceden, por muy comprensible que sea, más de doscientos años en el derecho, porque lo que piden es venganza. Desdeñable también la postura de la izquierda extremista celebrando públicamente la excarcelación, absolutamente legal, de una asesina con 28 muertos por terrorismo a sus espaldas. Si quieren celebrar su justa libertad debe ser en privado. Públicamente es una provocación y un consentimiento del mal radical. Incomprensible y dañino para la democracia es también que un partido político, precisamente el que está en el ejecutivo, apoye la manifestación convocada contra la sentencia del tribunal de derechos humanos. Esto significa la destrucción de la división de poderes, que no la hay, aunque sí la teoría. Porque lo que está reclamando, en el fondo, es el tutelaje del poder político, como viene siendo desde el nacimiento de nuestra deficiente democracia, sobre el judicial. En definitiva, que padecemos un nivel de democracia peligrosamente bajo.

                                               ---o---

Marinoff, el padre de la filosofía práctica que se hace famoso con su “Más Platón y menos Prozac” saca un nuevo libro en el que intenta aunar la sabiduría de las “religiones”, más bien modos de vida, cosmovisiones y, en última instancia, filosofías, orientales. El punto de inserción son las virtudes cardinales descubiertas o inventadas por los griegos. Y se le dedica especial atención a la primera, la prudencia.

A mi modo de ver la filosofía práctica es una alternativa a tanto batiburrillo de libro de autoayuda y tanto charlatán suelto que nos promete la felicidad a costa de un buen precio. El problema es que cae en el mismo saco. Lo que se nos promete desde la filosofía práctica es la conquista de la felicidad y esto, a mi modo de ver, es caer en uno de los engaños del posmodernismo, el hedonismo egoísta, la felicidad, más bien el bienestar, a toda costa. Se olvida de que la felicidad depende de la virtud y que la virtud es fuerza, ejercicio, trabajo, voluntad. Ya está en el mismo Aristóteles del que arranca Marinoff. Y si nos vamos a los sabios orientales encontramos lo mismo, sin ejercicio, sin dedicación, no hay virtud. Además esa virtud, en la medida en la que somos animales sociales está relacionada con los demás. No es posible la felicidad en medio de la injusticia, antes está la lucha por la justicia que la felicidad individual. Pero la sociedad nos impele, hoy en día, a la búsqueda de esa felicidad. Pero esto tiene una intención clara, la distracción. Si el ciudadano está distraído no se fija en lo importante y, encima, pierde su libertad. Siempre he defendido como valor supremos la libertad frente a la felicidad. Porque la felicidad tiene dos problemas, uno es que está sometida a la accidentalidad y otro es que nos puede, no necesariamente, llevar al egoísmo. La libertad, en cambio nos mantiene siempre en guardia, ante el poder y ante nuestras propias debilidades. Y la libertad que se relaciona con las virtudes cardinales, porque libertad es, entre otras cosas tener un proyecto de vida propio, requiere del cultivo de esas virtudes: prudencia, valentía, templanza y justicia. Y a ello le añadiría yo la gran olvidada de la Ilustración: la fraternidad.

La filosofía práctica es un buen camino porque es la recuperación de la sabiduría del pasado para entendernos en el mundo confuso de hoy, pero debe orientar sus pasos, no sólo a la felicidad individual, sino también a la libertad, la justicia y la fraternidad.

                                               ---o---

Escuchando El muro (The Wall) de Pink Floyd he recordado las protestas en la enseñanza de estos días y más en concreto la de los alumnos. Y es curioso, y necesario señalar aquí, que han sido los padres y los alumnos los que han tirado de la huelga. Por mi parte considero que ha sido un éxito, no en el caso del colectivo de profesores, lamentablemente e incomprensiblemente, o sí, pero este no es el tema.

Todo sistema educativo es un sistema de control del poder sobre los ciudadanos. Hoy en día existen más sistemas de control y quizás, más efectivos, los medios de manipulación y control de conciencias de las masas. Los popularmente llamados medios de comunicación de masas. No son tales, sino que son medios de desinformación. Y esa desinformación consiste en crear un estado de opinión única. Su arma es la demagogia, esos medios utilizan la retórica engañosa y la demagogia que se dirige a las pasiones humanas anulando el pensamiento. Los medios de manipulación y control de masas van directamente en contra de la ciudadanía y van a favor de los que lo dirigen, el poder económico y político, hoy en día inseparables y, desgraciadamente, cada vez más unidos al judicial porque las leyes emanan del poder político y de los intereses económicos que influyen en el poder legislativo.

En este sentido, la educación, como procede directamente del poder político es utilizada también como un arma de control de las conciencias. Toda ley de educación, no sólo la LOMCE, otra cosa es que a la LOMCE se le vea más el plumero, es un sistema de control por parte del poder. Pero los que han analizado en seriedad y con profundidad la LOGSE-LOE saben muy bien cuáles son los entresijos del poder de control de esta ley, encima, enmascarado de democracia e igualdad de oportunidades. Una ley absolutamente nefasta y fracasada que ha producido un gran desfase en los conocimientos y una gran infelicidad en los alumnos que acaba convirtiéndose en violencia (lo que llaman los pedagogos violencia de baja intensidad, pero ya me gustaría a mí que la sufriesen ellos a diario en las aulas) y una infelicidad para el profesor. Éste se ha convertido no en un enseñante, sino en un vigilante. La mayor parte de su periodo lectivo va dirigido a mantener cierto orden, ni siquiera un orden que permita explicar, realizar trabajos con los alumnos. La pasividad, la indiferencia, la falta de respeto, la burla, a los compañeros y al profesor es la tónica general. El desinterés y la ignorancia, así como la falta de sensibilidad es supino.

Y la LOMCE, por mucha reválida y mucha calidad de la que se nos habla no viene a arreglar esto. Las reválidas y la supuesta calidad no es más que segregación y un estímulo a la diferencia, la desigualdad y, en última instancia, un fomento de la educación privada en detrimento de la pública. Si a esto le sumamos además el dinero que se desplaza de la una a la otra (de la pública a la privada) pues apaga y vámonos. La LOMCE  no toca el pilar psicopedagógico de la LOGSE, por tanto, el tema del conocimiento, las competencias…sigue igual. Es más, empeora en tanto que las modificaciones curriculares van dirigidas a una formación más técnica, a un saber hacer, no a un saber. En una palabra un saber en tanto que mano de obra disponible y adaptable a la precariedad del mundo laboral que el neoliberalismo ha creado. La ley, por tanto, es un sistema de control perfecto para crear una sociedad del futuro sin pasado e ignorante de su propia identidad. Una sociedad autoritaria en la que, poco a poco, se han ido perdiendo los derechos sociales y, después, los civiles. De tal forma que el ciudadano del futuro no es que esté ni siquiera maniatado, no tendrá esa sensación. Vivirá en un mundo orwelliano perfectamente asumido e inconsciente de que es un ser libre pero vive esclavizado, o utilizando una metáfora más moderna, en Matrix, y lo van a preferir porque fuera de Matrix lo que nos aguarda es el desierto de lo real. Por eso el sistema educativo se encarga de que todos seamos una piedra más en el muro. Y, por lo que se ve, muchos profesores nos aguardan ya en este muro.

 

0 comentarios